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Las hermanas María Cristina y Angélica Garrido Rodríguez, detenidas por protestar el 11J en Cuba, denunciaron ante un tribunal cubano las flagrantes violaciones de derechos humanos a que son sometidas en la cárcel.
Acusadas de desacato, atentado y desorden público, enfrentan peticiones fiscales de hasta 15 años de privación de libertad, ratificadas en la audiencia de este viernes durante el juicio que enfrentan ambas por participar en las manifestaciones, declaró el esposo de María Cristina a Martí Noticias.
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"Confirmó frente a los fiscales y frente a los jueces su posición política, su forma de pensar. En ese momento, el juez la mandó a callar", relató Michael Valladares.
El opositor cubano destacó que el tribunal estuvo este viernes totalmente militarizado y se notó durante el proceso judicial que los testigos y pruebas de la Fiscalía eran insostenibles.
"Los mismos policías y todos los que estaban hablando ahí dando su testimonio en contra de los acusados, se vio que todo era mentira, una contradicción. Las declaraciones no venían al caso con lo que decían ellos... le cogían las mentiras ahí mismo. Todo está manipulado por la Seguridad del Estado", agregó Valladares.
Asimismo, destacó el trabajo de la abogada, quien hizo un buen trabajo de defensa a favor de las hermanas Garrido Rodríguez, alegando que manifestarse era un derecho amparado por la Constitución.
Por su parte, el esposo de Angélica relató que el juicio se construyó a partir de falsos testimonios y, por tanto, no se arrepiente de manifestarse el 11J.
Luis Rodríguez, que asistió a la vista, aseguró que su esposa narró los problemas que enfrenta en la cárcel, desde las torturas psicológicas hasta el abuso de los oficiales encargados del reclusorio.
Al igual que sucedió que hizo con María Cristina, la defensa desmontó todos los argumentos de la Fiscalía para demostrar la inocencia de las acusadas.
"Todo se cayó. Sabemos que nada de eso va a interesarnos porque la sentencia de ella hace rato está escrita, pero por lo menos es gratificante ver cómo tienen que pasar la vergüenza de ser expuestos por lo menos delante de ellas mismas", dijo Rodríguez.
Las hermanas Garrido Rodríguez expresaron también preocupación por permanecer separadas de sus hijos y deberán esperar hasta el 18 de febrero para conocer la sentencia firme que adoptará el tribunal en su contra.
María Cristina Garrido está acusada de liderar las protestas del 11J en Quivicán, provincia Artemisa, y es uno de los rostros más visibles de la represión del régimen sobre opositores y activistas.
La última medida que adoptó el régimen cubano contra las hermanas fue el de separar los días de visita sin explicar el motivo, lo que supone un gasto para la familia que debe trasladarse hasta la prisión El Guatao para ver a las detenidas.
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