La presa política Angélica Garrido fue puesta en libertad este miércoles tras cumplir tres años de una injusta condena por participar en las manifestaciones pacíficas del 11 de julio de 2021 en el poblado de Quivicán, Mayabeque.
"Acabo de cumplir tres años de injusta condena por delitos fabricados por la seguridad del estado. Dejo junto a mi hermana María Cristina mi alma, mi corazón y mi espíritu", dijo en un video posteado en Facebook.
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La joven agregó que su corazón está junto a sus "hermanos presos políticos del 11J y a todos los presos comunes que han sido víctima también de este sistema inoperante y tirano".
"Mi libertad no es una victoria, no la celebro, la victoria está en alcanzar La Libertad", subrayó.
En su declaración, con tono solemne, Garrido expresó que en Cuba "la lucha pacífica es ilegal y prohibida por el gobierno que anula así nuestros derechos, la propia Constitución, la libre expresión" y enfatizó que en "Cuba no hay democracia porque ejercer nuestros derechos se paga con la cárcel".
"Nuestra lucha es alzar la voz por todo un pueblo que pide un cambio urgentemente", dijo en su mensaje.
Angélica y su hermana María Cristina Garrido fueron recluidas en la prisión de mujeres del Guatao por manifestarse el 11 de julio de 2021 en Quivicán. Los tribunales del régimen las condenaron a 3 y 7 años de prisión respectivamente.
El régimen cubano acusó a las hermanas Garrido del supuesto delito de atentado, presuntamente por un incidente que ocurrió dentro de un vehículo policial, luego de que ambas fueran apresadas al día siguiente del histórico estallido.
En prisión vivieron un verdadero infierno, entre la violencia y las amenazas de las autoridades de la prisión, que constantemente las amenazaron con suspenderles las visitas familiares.
La joven estuvo entre las prisioneras políticas que a finales de febrero de 2023 firmaron con su sangre una carta donde reclamaron al gobernante Miguel Díaz-Canel que liberara a los manifestantes pacíficos del 11J.
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