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Las hermanas Garrido y Lisandra Góngora, sentenciadas entre tres y 14 años de cárcel por su participación en las históricas protestas del 11J, se declararon “plantadas” para exigir su liberación inmediata.
Así lo dan a conocer las tres prisioneras políticas en una carta llegada a la redacción de CiberCuba.
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“Anunciamos a Cuba y al mundo que las presas políticas María Cristina Garrido, Lisandra Góngora y Angélica Garrido, injustamente encarceladas, nos negamos a usar el uniforme y estaremos en huelga de hambre”, se lee en el manuscrito firmado por las manifestantes del 11J.
“Exigimos nuestra libertad y, si de nuestra decisión dependiera, nuestra vida, debido a la mala salud que las tres presentamos. Toda la justicia caerá sobre nuestros opresores. La biblia será nuestra almohada y nuestro amparo. Un saludo de resistencia desde esta sombra fría. ¡Viva Cristo rey! ¡Patria y vida!”, concluye la misiva fechada en septiembre de 2022.
En declaraciones a este sitio de noticias, Luis Rodríguez, esposo de Angélica, aclaró que las tres mujeres “se rehúsan a ingerir alimentos del penal y a usar el uniforme de presas comunes”.
“Pero como las van a poner en celdas de castigo, seguramente, y es un máximo de 10 días allí, son 10 días que no le permiten entrar nada. Serían 10 días de huelga de hambre total”, alertó.
María Cristina y Angélica fueron detenidas violentamente el 12 de julio en la ciudad de Quivicán, en Mayabeque, por ser consideradas líderes de la protesta del 11J en la zona, acusación que han negado partiendo de que las manifestaciones se sucedieron espontáneamente a lo largo del territorio nacional.
Acusadas de desorden público, resistencia, propagación de epidemia y atentado, en un juicio sin garantías procesales ni observancia al debido proceso -de acuerdo con denuncias de ONG de derechos humanos- fueron sentenciadas en marzo pasado a siete y tres años de cárcel, respectivamente.
Durante este tiempo, las hermanas Garrido han sido confinadas a celdas de castigo, recibido golpizas, interrogatorios y amenazas, según reiteradas denuncias de su familia y de las presas. A consecuencia del estrés, Angelica sufrió una parálisis facial de la que aún se recupera.
Tanto María Cristina (41 años) como su hermana Angélica (39 años) son madres de tres y dos niños, respectivamente, que ahora se encuentran al cuidado de familiares. Recientemente tuvieron que enfrentar la muerte de su anciano padre.
La activista Lizandra Góngora fue acusada de desórdenes públicos, sabotaje, robo con fuerza y sentenciada a 14 años de cárcel por su participación en las protestas del 11 de julio. Góngora salió a manifestarse en Güira de Melena y se encuentra detenida desde esa fecha.
Madre de cinco hijos, estuvo en desaparición forzada poco después de su arresto y ha recibido vejaciones y maltratos en prisión, al igual que las Garrido.
La Fiscalía Militar de Artemisa, que llevaba el caso de la activista, mantuvo en un limbo legal a Góngora desde su detención en julio, sin dar a conocer la petición por sus presuntos delitos hasta mediados de marzo.
En junio, la Seguridad del Estado intentó internarla en el hospital psiquiátrico de La Habana, conocido como Mazorra, bajo falsos argumentos de problemas mentales.
Desde la cárcel El Guatao, las tres presas políticas han manifestado en varias oportunidades su determinación de no flaquear ante las constantes presiones del régimen.
De acuerdo al subregistro del grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias Justicia 11J, 74 mujeres han sido encarceladas por ejercer su derecho a la manifestación durante las multitudinarias protestas del pasado verano. Desde entonces, más de 670 personas continúan en prisión.
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