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La producción porcina en Sancti Spíritus está en el peor momento de su historia, según autoridades de esa provincia del centro de la isla.
El rubro tocó fondo y bajó a un nivel incomparable con cualquier otra etapa, apuntó este lunes en un reporte del diario oficialista Escambray el director general de la Empresa Porcina Sancti Spíritus, Rolando Pérez Sorí.
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El directivo puntualizó que “en el 2021 el aporte rondó las 4,000 toneladas de carne; ahora, de enero a septiembre, andamos por unas 600 toneladas producidas y debemos terminar el 2022 con alrededor de 1,500. Esa era la producción de un mes en el 2018, cuando el territorio superó las 17,000 toneladas”,
También Pérez Sorí aseguró que la recuperación del sector demora, ya que “será lenta”.
Asimismo, puntualizó que “alcanzar la producción que tuvimos anteriormente llevará años, ¿cuántos?, no se sabe”.
No obstante, afirmó, que “sí estamos proyectando a partir de ahora un crecimiento en cada período. Primero debemos resolver el problema del alimento, estamos convencidos de que es posible porque hay un nivel de productores motivados con los precios del maíz y la soya para sembrarlos y contratar la entrega a la empresa; por ahí se ve una recuperación, no la que queremos, la que necesita el pueblo, pero ya no estamos en cero”.
El reporte del citado medio expone, además, los gastos que incurren los criadores de cerdo en ese territorio, donde en estos momentos el costo de una tonelada de cerdo puede superar los 120,000 pesos, aunque cuatro años atrás no llegaba a los 20,000.
“No se incorporan más productores de pronto porque esto es duro, no es como antes, lleva mucho dinero, diariamente gasto en comida unos 95,000 pesos. Hoy si no acudes al crédito del Banco no puedes, porque a pecho no hay quién críe puercos. Aquí tengo seis millones de pesos invertidos para cebar 600 cerdos; anteriormente, con un crédito de medio millón de pesos llenaba la cochiquera”, apuntó el productor Yurisdel Fábrega Jacomino.
En ese sentido Pérez Sorí comentó que “comprando a 3,000 pesos el quintal de soya, a 2,500 el de maíz, pagando al productor la tonelada de carne a 220,000 pesos, que sale a unos 100 pesos la libra en pie, mientras el particular paga ese cerdo a más de 200 pesos, es muy difícil poner el precio de venta estatal por debajo de 200 pesos la libra. Una competencia real y un obstáculo para desarrollar la producción estatal en medio de un escenario adverso”.
En octubre último, trascendió que en la Isla de la Juventud los cubanos llegan a pagar hasta 340 pesos por una libra de carne de cerdo.
Según datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), en la Isla de la Juventud el sector estatal cerró 2017 con unas 2,069 cabezas de cerdo; sin embargo, 2021 culminó con 1,075, lo cual implica que la producción porcina cayó a la mitad.
En ello influyeron varios factores como, por ejemplo, la eliminación de las cochiqueras colectivas, o el tema de la alimentación del animal.
El pienso, esencial en la dieta del cerdo, no entra a tiempo al país, lo cual las autoridades achacaron como de costumbre al embargo de Estados Unidos, aunque reconocieron la existencia de “insuficiencias subjetivas en la ganadería porcina”, pues se ha insistido en la necesidad de sembrar con el fin de asegurarles el alimento a los animales.
En abril la carne de cerdo subió a más de 200 pesos la libra, que aunque es inferior al valor actual, es un precio al alcance de muy pocos en el país.
A inicios de este año, los medios estatales reconocieron que la falta de alimentos para los cerdos provoca la muerte diaria de estos animales por hambre y un menor nacimiento de crías, con la consecuente disminución de la masa porcina a nivel nacional.
A principios de este mes se conoció que en Guantánamo se comenzó a fomentar la cría de cerdos de capa oscura ante la escasez de alimentos para su ceba.
Este cerdo se desarrolla de manera semiestabulada, ya que están relativamente libres en el campo en un área cercada, solo se recogen por la noche, y se alimentan con palmiche y otros nutrientes locales.
En Las Tunas igual la producción porcina ha ido en declive y en abril de este año trascendió que allí el gobierno solo contaba con 6,839 cerdos en toda la provincia.
La Empresa Porcina de la provincia tunera reconoció que apenas contaba con 6,839 cabezas, de las cuales 2,100 eran reproductoras, distribuidas en las unidades estatales, y otras 200 ejemplares que formaban parte de los convenios porcinos establecidos con particulares, según el oficialista diario Granma.
Esta situación, también disparó los precios de la carne de cerdo en esa provincia del oriente de Cuba, donde la libra en esas fecha costaba 260 pesos (poco más de $10 dólares al cambio oficial).
La situación en esa provincia es un reflejo de lo que sucede en el resto del país. Incluso las autoridades cubanas admitieron en abril de este año que la cifra de productores con convenios porcinos bajó de unos 14,000 en 2017, a 1,400, para una reducción del 90%.
En ese contexto el gobierno cubano ha dicho que quiere "recuperar la producción de piensos", pero la falta de insumos provoca atrasos en el montaje de la mayor fábrica de alimento animal del país, ubicada en Santiago de Cuba, y de la que solo se había ejecutado el 10% desde 2019.
El gobernante Miguel Díaz-Canel ha propuesto alimentar al ganado porcino con productos nacionales; recuperar la producción de piensos y las soluciones que se encontraron en el Período Especial para el alimento de este animal.
Los campesinos también han debido retomar la cría de cerdo criollo ante la escasez de alimentos especializados para el engorde, pero nada de esto ha revertido el alza de precios ni la escasez de la carne.
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