El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez exhortó a los participantes en la Plenaria Nacional de Productores de Carne de Cerdo a trabajar "sin pesimismo, conscientes de que los momentos de crisis hacen emerger las grandes soluciones", y propuso 12 medidas para recuperar este sector.
Díaz-Canel dividió sus propuestas en tres sentidos. El primero es el genético, para lo cual instó a rescatar la crianza tradicional y el cerdo criollo; preservar las razas más óptimas y de mayor rendimiento que están adaptadas a nuestro clima; y recuperar y mantener los cruzamientos logrados entre razas rústicas y de alto rendimiento, según reportó el periódico oficialista Granma.
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El segundo fue la gestión. Aquí propuso recuperar la producción estatal y los centros integrales porcinos; revitalizar y desarrollar la producción cooperativa; continuar apoyando y desarrollando la producción privada; diversificar la producción, que los porcicultores también críen otro ganado menor, como el ovino-caprino, el avícola y el cunícola; y aprovechar todos los subproductos del cerdo.
Por último, en la alimentación, consideró que era necesario alimentar al ganado porcino con productos nacionales; recuperar la producción de piensos y las soluciones que se encontraron en el Período Especial para el alimento de este animal; dar soluciones propias a la elaboración del pienso de inicio y aprovechar al máximo las 63 medidas para potenciar la producción agropecuaria y las 93 medidas para salvar la producción azucarera.
Para el mandatario, el aumento de la producción de carne de cerdo dependerá de la capacidad del país para aplicar la ciencia y la innovación, fortalecer las interconexiones entre centros científicos, el sector productivo de bienes y servicios y la administración pública e incentivar los sistemas productivos locales.
Casi 7,000 personas se han venido reuniendo desde la segunda quincena de marzo para analizar los problemas existentes en este rubro y proponer alternativas. De ellas, más de 4,400 eran productores.
Una de las conclusiones principales ha sido que las sanciones implementadas por la administración de Donald Trump, y mantenidas por Joe Biden, impactaron en el acceso a materias primas importadas, como el maíz y la soya, y la alimentación de cerdos se vio afectada.
El guantanamero Rafael Medina González, Doctor en Ciencias titulado en la Universidad de Guantánamo y uno de los más destacados porcicultores del país, destacó en el evento que utilizar la ciencia para elaborar alimento animal con base en la fermentación le ha permitido cubrir gran parte de la dieta de su ganado, una práctica que ha replicado en su localidad —La Güira, municipio Manuel Tames— y la provincia.
Nosotros tenemos que ser capaces de aprovechar la masa alimentaria de la que disponemos, como el palmiche, estableciendo un balance dietético adecuado para garantizar la más alta convertibilidad en carne; sostuvo Medina González.
Otro porcicultor, Reynier de Jesús, de Pinar del Río, recordó que en "los años de bonanza" llegó a tener entre 2,500 y 3,000 cerdos, pero que tras la caída del suministro de piensos con productos importados se quedó con 1,500. Su producción, aunque menor, puedo mantenerla gracias a que, cuando vino la crisis, tenía sembradas 40 hectáreas de tierra solo para alimento animal; aunque advirtió que aún eran insuficientes.
La cifra de productores con convenios porcinos con el Estado ha descendido notablemente en los últimos años. De 14,000 que había en 2017, en la actualidad apenas existen 1,400, lo cual representa una reducción del 90 por ciento.
Para este año las autoridades planificaron producir tan solo 26,000 toneladas de carne porcina. Una cifra muy inferior a la de 2017, cuando se produjeron casi 200,000 toneladas.
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