El precio del pan que se comercializa de manera privada en La Habana subió a 200 pesos la bolsa, según información difundida en medios oficialistas.
“En un rápido recorrido por varias panaderías no estatales de La Habana, se puede comprobar que el precio de la bolsa de pan se eleva entre 150 y 200 pesos, al igual que los paquetes de galletas”, refiere este miércoles el portal oficialista Cubadebate.
Según el citado medio, los precios particulares del pan se han ido incrementado por crisis con las materias primas para elaborarlo, desde que el Grupo Temporal de Trabajo de La Habana diera a conocer, a finales de agosto, que existían problemas con la producción de este alimento, debido a atrasos en el arribo de trigo y harina al país.
No obstante, añade la información, el Ministerio de la Industria Alimentaria informó con posterioridad que “no hay afectaciones en la producción y distribución del pan de la canasta familiar
Sin embargo, residentes en la capital aseguraron que el pan normado no llega a todos, además de quejarse de la calidad final del alimento.
Hermes Sánchez Veranes, del reparto Fraga en el municipio de La Lisa, aseguró a la plataforma oficialista que allí nunca llega completo el pan de la canasta básica.
“Todos los días se quedan varios núcleos sin pan. Tampoco se lo reponen al día siguiente y ya esto me ha sucedido dos veces”, comentó.
También Alexander Ocho refirió una situación en la panadería del Consejo Moderno, en San Miguel del Padrón, donde la inestabilidad y calidad del pan es punto fijo en las críticas y quejas a las autoridades.
“Actualmente, en solo tres días, de cinco, es posible adquirir el pan normado, a esto se suma la resistencia de algunos dependientes a reponer el faltante al día siguiente”, comentó, además.
“¿Cómo es posible que pase esto si se anuncia que la materia prima está garantizada?”, cuestionó, también.
Asimismo, señaló que “deja mucho que desear la calidad del producto y las condiciones higiénicas en que se distribuye y vende”.
En el citado reporte también hacen referencias a los revendedores, que suelen amanecer en las panaderías y se llevan casi todo el producto.
“El pan de los punto particulares es de las panaderías estatales que elaboran el pan normado. ¿Cómo? Quitándole los productos al pan de la canasta básica, por eso no tiene el peso, ni grasa y se pone negro en 24 horas. Es un negocio lucrativo”, denunció, además, un ciudadano que se identificó como Sergio.
A principios de agosto, el gobierno cubano negó que existiera alguna prohibición sobre la venta de productos a base de harina de pan por parte de cuentapropistas y otros actores del sector privado, como consecuencia de la escasez de esta materia prima en el país.
“Desde el gobierno de La Habana precisan que no hay limitaciones para la venta de pizzas, panes, dulces u otros productos a base de harina. En los últimos días, varias personas se han referido en redes a una supuesta disposición que prohíbe a los actores no estatales comercializar estos alimentos, a partir de la situación generada con los abastecimientos”, escribió en esa fecha en su cuenta de Facebook el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso.
De acuerdo con el vocero estatal “los negocios pueden importar la harina que necesitan, por lo que no es la venta en el mercado interno la única vía para acceder al producto. Recomendamos acercarse a las autoridades locales ante dudas o comentarios sobre estos temas. Lamentablemente, muchas bolas logran generar malestar e incertidumbre entre los emprendedores y los clientes”.
Pero las dificultades y los atrasos en la distribución de este alimento se extienden por todo el país. En Holguín se han presentado demoras de hasta dos días, como consecuencia también la falta de harina, la poca disponibilidad de otros ingredientes y los cortes de electricidad.
La crisis nacional con la harina para la producción de pan, galletas y otros productos, negada públicamente por el gobierno cubano, se evidencia en las “alternativas” que hoy se impulsan desde todas las latitudes del país para cubrir la carencia de un alimento esencial en la mesa de los cubanos.
La industria alimentaria en la Isla de la Juventud prepara condiciones para elaborar alimentos que no dependan de la harina, como el casabe, y otros productos que sustituyan ese componente primario del pan.
En el municipio especial pretenden elaborar también “extensores” para la panificación, a base de productos agrícolas como la yuca, la calabaza o el boniato, que suplirían la harina de trigo en las formulaciones de panes y la repostería.
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