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El gobierno cubano negó que existiera alguna prohibición sobre la venta de productos a base de harina de pan por parte de cuentapropistas y otros actores del sector privado, como consecuencia de la escasez de esta materia prima en el país.
“Desde el gobierno de La Habana precisan que no hay limitaciones para la venta de pizzas, panes, dulces u otros productos a base de harina. En los últimos días, varias personas se han referido en redes a una supuesta disposición que prohíbe a los actores no estatales comercializar estos alimentos, a partir de la situación generada con los abastecimientos”, escribió en su cuenta de Facebook el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso.
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De acuerdo con el vocero estatal “los negocios pueden importar la harina que necesitan, por lo que no es la venta en el mercado interno la única vía para acceder al producto. Recomendamos acercarse a las autoridades locales ante dudas o comentarios sobre estos temas. Lamentablemente, muchas bolas logran generar malestar e incertidumbre entre los emprendedores y los clientes”.
Por su parte el Periódico 26 de Las Tunas aclaró que, en ese territorio, los trabajadores por cuenta propia y los representados bajo una mipymes, que ya cuenten con importaciones de harina de trigo y que elaboran pizzas, panes, dulces y otros alimentos derivados, podrán continuar comercializando esos productos.
Amaury Meneses Estrada, intendente del municipio cabecera de esa provincia, afirmó que estos actores privados de la economía tienen que probar a los inspectores el origen lícito de la harina de trigo con que realizan sus actividades y que eso responde a una medida tomada por las autoridades desde hace varios meses.
Adisley Rodríguez Reyes, directora de la unidad empresarial de base (UEB) Industria Alimenticia en la cabecera provincial, reconoció que hay inestabilidad en la llegada de la harina a las 29 panaderías que están en funcionamiento en el territorio, por lo que los trabajadores se han visto obligados a realizar turnos extras en hora de la noche y la madrugada.
La funcionaria también admitió que en la entrega tardía del pan influyen además los constantes apagones y la escasez de otras materias primas. Dijo que la entidad que encabeza todavía trata de garantizar el 100% de la cuota de pan a la población, que recibe el producto a través de la libreta de abastecimiento.
Las dificultades y los atrasos en la distribución de este alimento se extienden por todo el país. En Holguín se han presentado demoras de hasta dos días, como consecuencia también la falta de harina, la poca disponibilidad de otros ingredientes y los cortes de electricidad.
Kirenia Balada, directora de la Empresa Productora y Distribuidora de Alimentos (NUMA) en esa provincia, dijo a la prensa local que la asignación de harina a la provincia es “bastante deficitaria”, por lo que apenas se asegura el pan normado de 80 gramos a la población y a organismos priorizados.
No obstante, el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) de Cuba negó, hace una semana, que existan afectaciones en la producción y distribución del pan de la canasta familiar, aunque sí advirtió que tenían problemas en la importación de trigo –lo cual achacó al embargo estadounidense y a la crisis financiera internacional.
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