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El científico cubano Oscar Casanella llegó a Estados Unidos con su esposa e hijo, informó este miércoles el reportero Rolando Nápoles.
"Llega con esposa e hijo a Miami, Oscar Casanella, uno de los activistas cubano del plantón del Movimiento San Isidro y bioquímico quien sufrió fuertemente la represión en Cuba. ¡Bienvenido!", escribió el periodista de AméricaTeVé, que además compartió una foto junto al científico.
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Hasta el momento, el científico cubano no ha respondido los mensajes de CiberCuba, que se interesó por conocer más detalles sobre su salida del país.
AméricaTeVé aseguró que Casanella se fue de Cuba "con el dolor de un patriota obsesionado con la libertad del pueblo cubano. Fue una decisión muy dura de tomar".
Hace apenas una semana, Casanella publicó en las redes sociales sus "últimas fotos antes de salir de Cuba", lo que hizo suponer que saldría exiliado del país, como ocurrió antes con otros activistas y defensores de los derechos humanos.
En el post que compartió en Facebook se le ve con la activista Carolina Barrero y el periodista independiente Yoe Suárez, sin embargo, no dio más detalles acerca de la decisión.
Oscar Casanella (La Habana, 1979) trabajó como profesor de la Universidad de La Habana e investigador agregado del Instituto Nacional de Oncología y Radiología (INOR).
Desde 2013 recibió amenazas de la Seguridad del Estado para que rompiera vínculos con opositores políticos, poniendo en peligro su estabilidad laboral, lo que terminó con su expulsión bajo el recurso de "indisciplina laboral".
A través de sus redes sociales, Casanella se ha opuesto a la represión del régimen castrista contra activistas, artistas y otros actores de la sociedad civil cubana, denunciado las violaciones a los derechos humanos en la isla y criticado la escasez de alimentos que enfrenta el pueblo cubano, así como el deterioro, la insalubridad y la precariedad en que vive la población.
En mayo de 2019, fue brutalmente golpeado por agentes policiales y de la Seguridad del Estado -al punto de causarle graves heridas-, al ser arrestado por participar en una marcha pacífica contra la homofobia y la transfobia, organizada de manera independiente por la comunidad LGBTI+ en La Habana.
A fines de 2020 se unió a los activistas que exigían la liberación del rapero Denis Solís, desde la sede del Movimiento San Isidro, y libró una huelga de hambre en protesta por su injusto encarcelamiento.
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