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La prensa oficialista de Pinar del Río criticó el pan con pulpa de calabaza que elaboran en Consolación del Sur y se hizo eco de las opiniones negativas de la población.
“El pan está muy malo y ácido, al punto que no se puede guardar de un día para el otro; la pulpa de calabaza vino a empeorar lo que ya estaba mal”, relató a través de su portal web la emisora Radio Guamá.
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Las críticas no son solo por la calidad de un pan que utiliza pulpa de calabaza en sustitución de la harina de trigo, en falta desde hace meses en toda Cuba, sino porque los habitantes de Consolación del Sur consideran desproporcional pagar un peso por el producto.
Algunos de los entrevistados por la emisora de radio de Pinar del Río aseguran que el pan les provoca diarreas y otros problemas digestivos.
Los peores criterios se los llevó la panadería La Favorita, donde la población asegura que el alimento es "prácticamente incomible", en contraste con los que compran el producto en La Panificadora.
“A veces está regular, pero los panaderos han logrado una masa que después de hornearla está aceptable, aunque considero que la pulpa de calabaza no es una buena opción”, aseguró un vecino del lugar a la prensa pinareña.
El pan con pulpa de calabaza cambia su color y sabor, y los habitantes de Consolación del Sur no tiene otra opción que pagar su precio y llevarlo a casa, sin la esperanza de que mejoren las condiciones a mediano plazo.
En abril la prensa oficialista de Pinar del Río elogiaba la iniciativa de la Empresa Cubana del Pan en esa provincia por la innovación de hacer pan sin harina de trigo.
“Hay alternativas que merecen premios”, dijo el reportero que puso las cámaras frente a un grupo de obreros mientras elaboraban la masa que se convertiría en el tan polémico alimento.
Para la confección de este pan se utiliza pulpa de calabaza, que según trascendió tiene propiedades superiores a las obtenidas a partir de la harina de boniato.
“El ahorro de la harina de trigo es considerable y la satisfacción de los clientes está garantizada”, afirmó la prensa en su momento.
Ahora con otro discurso la realidad es que el pan de antes, aunque no cumplía las exigencias, era mucho mejor que este sucedáneo que le venden a la población.
En otras provincias como Santiago de Cuba y La Habana se utiliza harina de maíz para elaborar el pan, según reportes oficiales, sustituyendo hasta un 20% de la materia prima.
La harina de maíz afecta el volumen, sabor y color del pan y al decir de los directivos de la empresa estatal encargada de su elaboración, la población estaría contenta con el cambio.
Sin embargo, inspectores estatales aseguraron ante las cámaras de la televisión cubana que las quejas de la población eran mucho más que las satisfacciones.
“El pueblo opina que el aspecto del pan es desagradable y hacen rechazo a las partículas de maíz que aparecen en la superficie”, dijo María de los Ángeles del Rey Batista, directora de la Oficina Nacional de Inspección Estatal del MINAL.
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