El científico y opositor cubano Oscar Casanella, quien se vio forzado a salir de Cuba junto a su familia a comienzos de este año por presiones de la Seguridad del Estado, contó este martes en redes sociales cómo transcurrieron sus primeras semanas en el exilio.
"Llegué a la frontera sur de Estados Unidos de América el 16 de enero de este año 2022 pero no fue hasta hace pocos días que pude sentirme físicamente bien como para empezar a conocer este gran país", precisó el defensor de derechos humanos en un post en Facebook.
Casanella, bioquímico de formación, comenzó a sufrir represión en Cuba en 2013 por sostener amistad con opositores políticos. En ese momento trabajaba como profesor en la Universidad de La Habana e investigador en el Instituto Nacional de Oncología y Radiología, pero fue expulsado de ambos centros en 2016 por mantenerse firme en sus ideas ante el acoso de la Seguridad del Estado.
A partir de ese momento, quedó desempleado y se enfocó en hacer activismo y defender derechos humanos. En varias ocasiones participó en protestas o lo hizo él solo, sufrió detenciones e incluso golpizas. Además, fue uno de los acuartelados en San Isidro en noviembre de 2020.
Debido al fuerte acoso que vivía en Cuba en los últimos años, decidió correr el riesgo de emigrar ilegalmente con su hijo pequeño y su esposa embarazada a Estados Unidos, donde vive su madre, para encontrar seguridad.
Casanella explicó que, durante los primeros días en suelo americano, enfermó con influenza tipo A, sus pies estaban inflamados y presentaba llagas en la piel, "debido a la travesía donde muchos días no pude bañarme, cambiarme de ropa, dormir y con un nivel de estrés psicológico elevado y sostenido antes de llegar a la frontera".
"Este período en pésimas condiciones me causó una inmunodepresión que me mantuvo enfermo durante mas de un mes. Cuando pensé que iba a rebasar la fuerte gripe de influenza, me agravé tanto que tuve que ir a urgencias en un hospital debido a una fuerte tos que no me dejaba dormir. Esta vez el diagnóstico fue COVID-19", relató.
No obstante, dijo que, a pesar de sentirse mal, en sus primeros días en Estados Unidos hizo un gran sacrificio y asistió a "eventos de patriotas de la diáspora cubana", concedió entrevistas y se reunió con viejos amigos y con otros que no conocía en persona.
"Me re encontré con mi hermano Victor Alfonso Cedeño y su esposa Claudia Elizabeth Ruiz García, pude abrazar a otros activistas cubanos como el Elexer Funk, Anamely Ramos González, Camila Lobón, Isbel Díaz, Claudia Genlui Hidalgo, Yaima Pardo", señaló.
En su declaración, dirigida a sus amistades, Oscar Casanella agradeció principalmente a quienes le apoyaron de distintas formas y le dieron la bienvenida al país. "Finalmente pude conocer a Diego Suarez, un gran patriota que estuvo durante mucho tiempo pendiente de mi familia y mi persona", indicó.
"También a Marcell Felipe, un cubano patriota y altruista fundador de la organización Inspire America, quien me ofreció ayuda económica para pagar los honorarios del abogado Willy Allen quien llevará mi proceso de asilo político".
Otras de las personas con las que se encontró fue con el cineasta y dramaturgo cubano Juan Carlos Cremata Malberti, la actriz Aleanis Jáuregui (Cuqui La Mora) y el actor Omar Franco (Ruperto).
Casanella destacó que igualmente contó con la ayuda de María Werlau, directora ejecutiva de organización Archivo Cuba, de la periodista Ninoska Perez y "muchos otros amigos cubanos".
"La lista es muy larga de los amigos que aún me faltan por ver y que hace años extraño. Mi amor y fuerza para todos ustedes amigos, para los amigos de los cuales me alejé que aun están a merced de la dictadura y para los que voy a reencontrar y conocer", sostuvo el científico.
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