El esposo de una cubana detenida por las protestas del 11 de julio, le envió un mensaje público en el que le manifiesta su orgullo por la valentía y la fortaleza mostrada por la mujer en estos meses de encierro.
Michael Valladares compartió un texto en su muro de Facebook, en el que lamenta la ausencia en el hogar de su esposa, la activista por la democracia María Cristina Garrido Rodríguez, a quien la fiscalía le pide una sanción de 15 años de privación de libertad.
"Estaré a tu lado por siempre, dándote apoyo y puedes estar segura que no descansaré hasta verte libre. No hay dictadura en el mundo que nos pueda separar. Te amo, María Cristina Garrido Rodríguez. Aquí esperamos por ti toda tu familia y tus hijos y tus amigos, que son muchos", afirmó.
María Cristina y su hermana Angélica fueron detenidas el 12 de julio en Quivicán, en Mayabeque, por participar en las manifestaciones contra el régimen ocurridas el día anterior. Posteriormente fueron trasladas a la cárcel de mujeres El Guatao.
La organización independiente Cubalex, que elaboró un listado con todos los detenidos tras el 11J, denuncia que María Cristina Garrido está bajo investigación penal acusada de desorden público, resistencia, propagación de epidemia, atentado y de organizadora de la manifestación.
"Es madre de dos niños jimaguas de 11 años de edad una hembra y un varón. Trasladada al Guatao. Le piden 15 años de privación de libertad", precisa.
En octubre, Valladares denunció que su esposa fue confinada a una celda de castigo por diez días, "sin colchón ni sábanas", por reclamar su derecho a una visita familiar.
Él y sus hijos fueron a verla al penal y cuando llegaron, se enteraron que la visita se había suspendido. "Le negaron la visita, le negaron las llamadas por teléfono", denunció el hombre entonces.
"María Cristina protestó, con respeto, porque le habían quitado las visitas cuando ya la habían puesto en la lista de visitas a ella y a la hermana. Las autoridades tomaron su reclamo como una falta de respeto y la trasladaron a para una celda de castigo", relató.
Tanto María Cristina como su hermana Angélica, a quien la Fiscalía le pide 10 años de prisión, han sido acusadas de liderar la protesta en Quivicán, e imputadas por los cargos de desacato a la autoridad, desorden público, resistencia e incitación a delinquir.
"Delitos fabricados y organizados por la Seguridad del Estado", dijo Valladares.
Tras su arresto, Valladares estuvo 18 días sin noticias de su esposa, hasta que la localizó en el Departamento Técnico de Investigaciones de San José de las Lajas. Antes permaneció durante 14 días estuvo en la conocida como prisión del SIDA, donde dos mujeres le dieron varias palizas.
Durante ese tiempo ambas hermanas han sufrido aislamiento en celdas de castigo, golpes, interrogatorios y amenazas, y han estado recluidas sin luz eléctrica y con pésimas condiciones de higiene.
"El abogado ha solicitado tres veces el cambio de medida y se lo han denegado, reveló Valladares en septiembre. Según la fiscal ‘eso viene de arriba’, o sea, ahí está la mano de la Seguridad metida", señaló.
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