El nadador cubano Hanser García, conocido también como "El Pollo", confesó varias anécdotas de su vida en Cuba como atleta y las dificultades por las que tuvo que pasar tras ser sancionado en 2014 por discutir con su entrenadora.
El malentendido con su profesora lo mantuvo dos años apartado de la natación y derivó en la entrada en lo que los atletas llaman “la lista negra” que ,según Hanser, es un listado que tiene el INDER en que registra a todos los deportistas regulados.
Hanser fue entrevistado por Manuel Milanés y contó parte de su historia durante los últimos años vividos en Cuba y las dificultades que tuvo que enfrentar para entrenar y ganar dinero para mantener a su familia.
“Antes de ir a Juegos Olímpicos me obligan a firmar un papel en blanco que luego descubrí tuvo el objetivo de regularme. Yo siempre miré la parte deportiva, nunca me interesó la política hasta que me afectó”, indicó el nadador.
“Cuando llega mi sanción en 2014 surge también una invitación a Bolivia. Quise hacer mi pasaporte con mi esposa y mi hijo, pero me informaron que yo estaba regulado. Ahí entendí para qué era el papel en blanco que había firmado”, contó.
García narró cómo los deportistas cubanos de alto rendimiento reciben apoyo del gobierno para propiciar que se establezcan en la isla y se centren en sus resultados. Pero estos beneficios pueden desaparecer fácilmente.
“Por mi situación precaria pedí al INDER una casa y me la otorgaron al nacer mi hijo, pero como era un atleta sancionado me la iban a quitar. La tuve que vender y con ese dinero pude vivir el año 2015 en que no me daban trabajo, ni me dejaban retirarme, ni me pagaban por nadar”, contó.
En este sentido Hanser devela uno de los mitos del deporte cubano. Sí se paga a los atletas profesionales, aunque los salarios no representan los ingresos suficientes para cubrir los gastos en transportación y alimentación que necesita un deportista, más residiendo en la capital del país donde el coste de la vida es mayor.
En 2016, tras un viaje que hizo a Bolivia, Hanser vuelve a Cuba con la intención de retomar su carrera deportiva, pero no pudo. Se pasó 8 meses nadando, sin cobrar como atleta de alto rendimiento. Fue un período duro desde el punto de vista económico porque había nacido su segundo hijo.
“Tuve que vender mi teléfono, las joyas de mi mujer, todo lo que teníamos para poder comer. Viví de la caridad. Me ayudaba mi entrenadora y algún amigo. A veces no tenía ni dinero para coger la guagua. Así entrené y logré hacer la marca para poder ir al mundial”, aseguró.
Aun teniendo la marca para el Mundial de Natación, el INDER no facilitó el presupuesto para que participara en la competición. “El Pollo” se vio obligado entonces a garantizar una marca en otra categoría, en el Circuito Mundial Mare Nostrum, en el que inicialmente tampoco se le permitió competir.
Sus logros deportivos fueron reseñados en una entrevista de la televisión cubana y esto obligó al directivo del INDER de aquel momento, Antonio Becali Garrido, a facilitar la participación de Hanser García en el Campeonato Centroamericano del 2017.
Fue en el período de administración de Becali cuando se decidió el triste cierre de la Escuela de Natación “Marcelo Salado”, que estaba en un deplorable estado constructivo. La histórica institución fue restaurada y convertida en un Círculo Social Obrero en 2019.
Las malas condiciones en las que se desarrolla la natación en Cuba también fue un punto de esta entrevista. Piscinas sucias de agua turbia, con temperaturas extremadamente frías en los meses de invierno y carrileras en mal estado, son algunos de los obstáculos en este complejo deporte en Cuba.
“Las costras de lino de la piscina del Marcelo Salado se podían arrancar con las manos. La piscina no tenía recirculación”, narró Hanser.
Otro de los temas a los que se refirió García fue al seguimiento que le pone la Seguridad del Estado a los atletas de alto rendimiento cubanos.
“A los atletas los intervienen en Cuba. Les ponen un agente de la seguridad en el área deportiva y en su vida. El teléfono de mi casa lo intervinieron. Lo hacen para saber qué hablas, que comentas, para saber todo”, aseguró el nadador.
Hanser García participó en los Juegos Olímpicos Londres 2012, donde compite en los 50 metros y 100 metros respectivamente, quedando séptimo en esta última distancia con récord para Cuba de 48.04 segundos.
“Por mis resultados deportivos como Medallista Panamericano, me tenían que pagar 800 pesos mensuales y nunca me los dieron. Terminé trabajando en una empresa que se llama Aires de Fiesta montando fiestas para poder mantener a mi familia”, expresó.
Hanser García actualmente vive fuera de Cuba con su esposa y sus hijos. Su historia es una muestra más de los desafortunados modos de proceder del estado cubano y sus instituciones deportivas con los atletas de alto rendimiento.
Es también un ejemplo claro de cómo un gobierno desperdicia el talento de sus ciudadanos y destruyen la vida y los sueños de cubanos que, a pesar de todo, no reparan en esfuerzos por ser cada día mejores.
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