El actor cubano Jorge Martínez ha confesado detalles de su vida y salud en el el programa Con dos que se quieran, que conduce Amaury Pérez.
El popular actor contó cómo para trabajar en la película Últimos días en La Habana, de Fernando Pérez, debió bajar 12 kilos en dos meses. Era difícil, pues le habían extirpado un pulmón por un cáncer. Tenía que ser muy cuidadoso.
“Fumaba dos cajas diarias. Me despertaban las ganas de fumar. No podía estar una o dos horas sin fumar, y eso me provocó problemas respiratorios. Cuando filmaba tenía que parar y toser. Un actor me dijo que fuera al Oncológico. Allí me detectaron un cáncer en el pulmón izquierdo, muy avanzado ya. Un quiste muy grande, de casi seis centímetros, y estaba ya casi desahuciado”.
Tras un severo tratamiento de quimioterapia y radioterapia, logró superar la enfermedad. Ahora, más de cuatro años después, se está poniendo la vacuna cubana.
“Es un poco pesado, porque tengo que ponerme cuatro pinchazos cada 28 días para siempre. Pero estoy ahí, viviendo”, añadió.
Cuando habló de la película Martínez confesó que le hubiera gustado hacer más cine.
El conductor le preguntó si no creía que el cine cubano había caído en una suerte de catastrofismo: enfermos, zonas marginales de la ciudad…
“Mira, yo creo que cada director tiene algo que decir respecto a lo que piensa y siente. En el caso de Fernando, sé que camina mucho por las calles, sé que tiene también historias personales, sé cuánto le duelen las cosas que pasan en nuestra ciudad sobre todo, en la vida del cubano”.
“La realidad de mi país es dura. Hay que hacerlo, y hay que abrirle los ojos a mucha gente que los tiene cerrados o que mira a otro lado. Yo creo que el cine cubano ha servido para eso, toda la vida, no de ahora. Ha sido un látigo con cascabeles. Y a veces sin cascabeles”.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: