La reforma de la Carta Magna está centrando la agenda política e informativa en Cuba, de hecho el próximo 13 de agosto empezarán en todo el país las asambleas para "discutir" el texto del proyecto de Constitución.
Los cubanos residentes en el exterior de la Isla también podrán participar a partir de la primera semana de septiembre en la consulta del proyecto, aunque tendrá menos tiempo que el resto de ciudadanos del país para plasmar sus opiniones al respecto.
En este sentido desde la prensa oficialista presumieron de la participación de los cubanos e, incluso, aseguraron que "las normas jurídicas de la Isla se construyen a partir de la opinión del pueblo".
Sin embargo, está afirmación entra en contradicciones con que el proyecto blinda el cargo de primer ministro, ya que no está al alcance de los militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), ni para los cubanos que hayan residido o residan fuera de la mayor de las Antillas, ni para los hijos y nietos de españoles nacidos y residentes en la Isla.
La propuesta de su nombramiento recaerá en las manos del presidente Miguel Díaz-Canel, pero para salir elegido necesitará el apoyo de la mayoría absoluta del Parlamento cubano.
Un ejemplo que también contradice el argumento oficialista es que el borrador de la Carta Magna descarta cualquier posibilidad de pluralidad ideológica. El texto se refiere al Partido Comunista como "único" y "democrático" pero se descarta cualquier posibilidad de dar cabida a la pluralidad ideológica de los cubanos o la legalización de otros partidos.
Hay que recordar que en Cuba la única formación política legal es el Partido Comunista (PCC), por lo que las elecciones se celebran sin otras alternativas ni campañas, algo que cuestiona el argumento esgrimido por la prensa oficialista.
(con imagen de CiberCuba)
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