Un carretillero decidió regalar su mercancía a los cubanos que transitaban por la zona donde donde fue interceptado por la policía, antes de ver decomisados sus productos por los represores del régimen en La Habana.
El hecho trascendió en las redes sociales del reportero Yosmany Mayeta Labrada, quien insertó un video del acto que protagonizó el vendedor este viernes.
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"Ni para ustedes ni para mí, para el pueblo", expresó el cuentapropista cuando las autoridades iban a embargar su mercancía.
En la esquina de una zona no revelada aún, se observa a decenas de personas recogiendo los alimentos ahí dejados para el pueblo por el vendedor. Algunas guardaban en bolsas los víveres, mientras otras corrían con ellos en las manos.

Aunque de la acción se beneficiaron varias personas y fue aplaudida por algunos internautas, la mayoría criticó a quienes se acercaron al puesto y repudiaron que se llevaran los productos obtenidos con esfuerzo por el carretillero.
"Y las personas muertas de risa cargando con todo. Eso no es robado, eso es un sacrificio invertido. Gracias a los carretilleros podemos comer ensaladas, viandas. Porque el Gobierno ni da, ni dice dónde hay y cuando venden algo es cuando ya está podrido", opinó una persona.
En cambio, otra cuestionó que los ahí presentes no hubieran salido en defensa del vendedor, y dijo: "Y las personas se prestan para llevarse las mercancía para su casa ¿Cómo no salieron en su defensa? Cuánto dolor, cuánto sacrificio de ese pobre muchacho".
Compadeciéndose del cuentapropista afectado, otra persona añadió: "Pobre dueño, eso da dolor cada vez que suben un vídeo de estos, cada sacrificio, cada mala noche por tal de tratar de tener dinero para alimentar a sus familiares y ver cómo le quieren decomisar, pero hiciste bien, para el pueblo, no hay para nadie".
En días recientes la comunicadora oficialista, Lisandra Martín calificó de "victoria pírrica" la anunciada ola de decomisos contra el sector privado en los barrios.
Martín reconoció que estas ventas pueden ser ilegales y abusivas en precios, como un paquete de pollo a 4,000 pesos, pero cuestionó la falta de coherencia del gobierno al permitir otros precios exorbitantes en tiendas estatales, como un lomo de cerdo a 62 USD.
La comunicadora oficialista subrayó que el asedio a los privados afecta especialmente a las comunidades más vulnerables, donde las ofertas informales suplen las carencias del sistema oficial de distribución.
Recientemente, un carretillero fue arrestado por la policía en la barriada de Lawton, en el habanero municipio Diez de Octubre, y la reacción de los testigos fue saquear el punto de venta, llevándose las viandas.
Este acto refleja la desesperación de la población debido a la escasez de alimentos y la percepción de injusticia por parte de las autoridades. La situación generó una variedad de comentarios en redes sociales, desde críticas al gobierno cubano hasta expresiones de vergüenza por el comportamiento del pueblo.
La escasez de productos básicos y los altos precios en el mercado hacen que la obtención de alimentos sea una lucha diaria para muchas familias cubanas, reflejando la falta de respuestas efectivas por parte del gobierno.
Preguntas frecuentes sobre los decomisos y la situación social en Cuba
¿Por qué el carretillero decidió regalar su mercancía en lugar de entregarla a la policía?
El carretillero decidió regalar su mercancía a los transeúntes para evitar que fuera decomisada por la policía, en un acto de resistencia ante las autoridades y como gesto de solidaridad con el pueblo cubano, que enfrenta una grave escasez de alimentos.
¿Cuál fue la reacción del público ante la acción del carretillero en La Habana?
La reacción del público fue mixta: algunas personas se llevaron los productos con alegría, mientras que otros criticaron a los que aceptaron los alimentos, argumentando que deberían haber defendido al carretillero en lugar de beneficiarse de su sacrificio.
¿Qué críticas ha recibido el gobierno cubano respecto a los decomisos a vendedores independientes?
El gobierno cubano ha sido criticado por su falta de coherencia al permitir precios exorbitantes en tiendas estatales, mientras persigue a vendedores privados por supuestas ventas ilegales. La represión contra el sector privado se ve como un acto injusto que agrava las condiciones de vida de los ciudadanos más vulnerables.
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