En medio de la peor crisis energética de su historia, el régimen cubano anunció un ambicioso plan, que incluye el llamativo objetivo de generar casi 600 MW de energía solar fotovoltaica durante el primer semestre de 2025.
El anuncio fue realizado este martes durante una sesión de la Comisión de Industria, Construcciones y Energía de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), encabezada por el ministro de Energía y Minas (MINEM), Vicente de la O Levy.
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El dirigente detalló que la estrategia incluye la sincronización mensual de cinco parques solares con una capacidad promedio de 21 MW cada uno. Según sus cálculos, la generación acumulada alcanzaría los 590 MW para mediados del próximo año.
“En febrero nosotros tenemos incorporado dos parques; seis parques más en el mes de marzo. Y todos los meses, como promedio, estaremos sincronizando cinco parques solares fotovoltaicos. Si lo multiplicamos por la potencia de cada parque, que es 21 MW, estamos diciendo que en el primer semestre tendremos unos 590 MW sincronizados”, afirmó De la O Levy ante las cámaras del Noticiero de la Televisión Cubana (NTV).
El titular del MINEM también se refirió a los planes para mejorar la generación térmica y distribuida, afectada por continuos apagones en la isla. La unidad térmica Felton 2, una de las plantas más críticas, está en proceso de reparación, tras el incendio que sufrió en julio de 2022.
“El proceso de desmontaje de esa caldera es un proceso de ingeniería que se terminó completo. Se hizo todo el desmontaje como debería ser. En estos momentos se están resolviendo y ya están en Cuba niveles de metales de acero para producir con nuestra ingeniería, con nuestra industria y en colaboración con el ministerio de Industria Metalúrgica”, detalló De la O Levy, celebrando la conclusión a finales de 2024 de una operación que comenzó en agosto de 2022.
Además de las promesas de reducción progresiva de los apagones, el ministro aseguró que para finales de 2025 se espera una “recuperación importante” que podría estabilizar el suministro eléctrico para el año 2026.
“Esas afectaciones, que han ido promediando 1,400 y 1,500 MW se van a reducir considerablemente, paulatinamente y hasta final del año que viene. Nosotros decimos que enfrentamos, o empezamos el año 2026, con una recuperación de manera importante y considerable para seguir avanzando”, sentenció el titular del MINEM.
Como no podía ser de otra forma, los diputados presentes respaldaron los planes gubernamentales.
La diputada Angélica María Chorens Fernández destacó que “la recuperación del sistema electroenergético nacional (SEN) es un asunto prioritario no solo para mejorar la calidad de vida del pueblo, sino para impulsar el desarrollo económico y social del país”.
“Me queda claro que el camino es largo, pero que es sostenible y es soberano. Y yo creo que eso es lo que tenemos que defender”, dijo por su parte la diputada Dayana Beira Fernández, subrayando como “representante del pueblo” la necesidad de ser pacientes y de confiar en el gobierno de la “continuidad” de Miguel Díaz-Canel.
Sin embargo, a pesar de los anuncios oficiales, persisten dudas sobre la viabilidad del proyecto debido a la falta de financiamiento, tecnología y el deterioro estructural del sistema energético cubano. Expertos independientes han señalado que los planes anteriores en el sector eléctrico han fracasado debido a la gestión deficiente y a la dependencia de tecnologías extranjeras difíciles de mantener.
Las promesas de Vicente y el escepticismo de la gente
Vicente de la O Levy ha realizado múltiples promesas en relación con la mejora del SEN, muchas de las cuales aún no se han materializado.
En septiembre, De la O Levy anunció la entrada en funcionamiento de dos parques solares fotovoltaicos de 21 MW cada uno, como parte de un proyecto más amplio de 2,000 MW para avanzar hacia la "soberanía energética".
Además, prometió que para 2025 el gobierno lograría generar al menos un minuto de electricidad sin depender de combustible importado, una afirmación que fue recibida con críticas y escepticismo por parte de la ciudadanía.
La falta de resultados tangibles y la persistencia de los problemas eléctricos han llevado a cuestionamientos sobre la eficacia de las estrategias implementadas y la capacidad del gobierno para garantizar un suministro eléctrico estable y confiable.
En este contexto, el reciente anuncio de generar casi 600 MW de energía solar en el primer semestre de 2025 se enfrenta al escepticismo de una población que ha escuchado promesas similares en el pasado sin ver mejoras significativas.
Preguntas frecuentes sobre el plan energético del régimen cubano
¿Cuál es el objetivo del plan de energía solar anunciado por el régimen cubano?
El objetivo del régimen cubano es generar casi 600 MW de energía solar fotovoltaica en el primer semestre de 2025, sincronizando mensualmente cinco parques solares con una capacidad promedio de 21 MW cada uno. Esta estrategia forma parte de un esfuerzo más amplio para avanzar hacia la "soberanía energética".
¿Qué desafíos enfrenta Cuba para cumplir con sus planes de energía solar?
Cuba enfrenta desafíos significativos para cumplir con sus planes de energía solar, como la falta de financiamiento, tecnología, y el deterioro estructural del sistema energético. Expertos independientes han expresado escepticismo sobre la viabilidad del proyecto debido a la gestión deficiente y la dependencia de tecnologías extranjeras difíciles de mantener.
¿Qué otras medidas está tomando el gobierno cubano para mejorar el suministro eléctrico?
Además de los proyectos de energía solar, el gobierno cubano está trabajando en la reparación de plantas térmicas, como la unidad Felton 2, y en la mejora de la generación distribuida. Se espera una "recuperación importante" del suministro eléctrico para 2026, aunque persisten dudas sobre la eficacia de estas medidas.
¿Cuánto tiempo tomará alcanzar una mayor estabilidad en el suministro eléctrico en Cuba?
El régimen cubano ha prometido una mejora en la situación energética para finales de 2025, con una estabilidad esperada para 2026. Sin embargo, la población sigue escéptica debido a las promesas incumplidas en el pasado y la falta de soluciones tangibles.
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