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Johana Tablada de la Torre, subdirectora general para América del Norte del ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX), rechazó tajantemente las acusaciones estadounidenses de que en el territorio cubano existan bases de espionaje operadas por China.
“No hay bases de espionaje chinas en Cuba y el gobierno de Estados Unidos lo sabe muy bien. ¡Búsquense otra mentira!”, escribió Tablada de la Torre en un reciente post en Facebook, añadiendo a su mensaje el típico tono desafiante y categórico que caracteriza sus intervenciones públicas.
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Sus declaraciones surgen en un contexto de renovada tensión diplomática entre Cuba y Estados Unidos, tras la publicación de un informe por parte de organismos de inteligencia estadounidenses que asegura la presencia de infraestructura china en la isla, utilizada para la recopilación de datos sensibles sobre Estados Unidos.
Las denuncias se han intensificado en los últimos meses, apuntando a una creciente influencia de Beijing en el Caribe, lo que genera preocupación en Washington.
La respuesta de La Habana, por medio de la alta funcionaria del régimen y de su canciller, intenta desacreditar los informes de inteligencia estadounidenses, acusándolos como una estrategia de “politiquería” para justificar las sanciones económicas y diplomáticas contra Cuba.
Acusaciones de espionaje chino: el trasfondo de las denuncias
El tema de las bases de espionaje chinas en Cuba no es nuevo, pero ha cobrado especial relevancia tras revelaciones recientes.
En junio de 2023, la administración Biden confirmó la existencia de una instalación china en la isla, supuestamente utilizada para recopilar información de inteligencia sobre Estados Unidos.
Esta instalación habría sido parte de un acuerdo estratégico entre La Habana y Beijing, que incluye apoyo financiero a la economía cubana en crisis a cambio de su colaboración en actividades de espionaje.
Un informe divulgado en diciembre de 2024 por fuentes de inteligencia estadounidenses amplió estas revelaciones, detallando que estas bases operan con tecnología avanzada y personal especializado, y están diseñadas para interceptar comunicaciones sensibles provenientes del territorio estadounidense.
Washington expresó su preocupación de que estas actividades forman parte de un esfuerzo mayor por parte de China para consolidar su influencia en América Latina, utilizando a Cuba como un punto estratégico debido a su proximidad con Florida y otras instalaciones clave de seguridad de Estados Unidos.
Entre las actividades atribuidas a estas supuestas bases están la intercepción de señales de satélite, redes de comunicación militar y datos de agencias gubernamentales estadounidenses.
Según el informe, el régimen cubano habría permitido estas operaciones como parte de su alianza política y económica con China, en un momento en que las sanciones estadounidenses continúan ahogando a la economía cubana.
Los desmentidos del régimen cubano
El régimen cubano ha desestimado constantemente estas acusaciones, calificándolas de fabricaciones por parte de Estados Unidos.
En varias declaraciones públicas, el canciller Bruno Rodríguez y otras figuras del régimen, incluida la propia Tablada de la Torre, han insistido en que no existen bases extranjeras de espionaje en el país.
En junio de 2023, Rodríguez declaró que estas acusaciones eran parte de una “campaña de desinformación” para justificar la política de “bloqueo” contra Cuba.
El régimen también ha afirmado que Cuba no permite actividades que comprometan su soberanía. Sin embargo, estas declaraciones chocan con el creciente número de denuncias sobre la presencia china en la isla y las relaciones económicas estrechas entre los dos países.
En julio de 2024, La Habana negó nuevamente las acusaciones tras la publicación de otro informe en Estados Unidos, insistiendo en que tales alegatos carecían de fundamento.
Johana Tablada de la Torre: Una defensora incondicional del régimen en un puesto clave
Johana Tablada de la Torre se ha consolidado como una de las principales voces del régimen cubano en su defensa frente a las acusaciones de Estados Unidos.
Como subdirectora del MINREX para América del Norte, su trabajo se centra en responder a las críticas de Estados Unidos contra el régimen y en reforzar la narrativa oficial en foros internacionales.
Tablada ha estado en el centro de numerosas controversias. En abril de 2023, desestimó las denuncias relacionadas con el "Síndrome de La Habana", afirmando que eran un “cuento fabricado” para justificar políticas agresivas contra la isla, y calificó la "paranoia" de Estados Unidos como el "Síndrome de Washington".
En el mismo año, acusó a Estados Unidos de querer "destruir la Revolución cubana contra la voluntad del pueblo", un argumento recurrente en su discurso. Su retórica se caracteriza por una combinación de confrontación directa y un fuerte apego a la narrativa del régimen, que siempre se presenta como víctima de las políticas estadounidenses.
En el plano internacional, Tablada de la Torre ha sido señalada como una de las figuras clave en la justificación de acciones represivas del régimen.
En 2019, defendió las actuaciones de la policía cubana contra periodistas independientes, alegando que se trataba de medidas necesarias para proteger el “orden público”. En 2023, fue incluida en una lista de “represores” elaborada por activistas cubanos en el exilio, quienes la acusan de encubrir violaciones de derechos humanos.
Además, la funcionaria ha justificado la prohibición constitucional de pluralidad ideológica en la isla, asegurando que la estabilidad de Cuba depende del socialismo y que cualquier intento de modificar el sistema político es un ataque directo a la soberanía nacional.
Una vez más, las declaraciones de Johana Tablada sobre las bases chinas de espionaje en Cuba ilustran el esfuerzo del régimen cubano por desacreditar cualquier acusación que ponga en duda su particular narrativa.
Sin embargo, las revelaciones de informes estadounidenses sobre la presencia de infraestructura de inteligencia china en la isla alimentan las tensiones entre ambos países y resaltan el papel estratégico de Cuba en el conflicto geopolítico entre Washington y Beijing.
Mientras el régimen insiste en negar estas acusaciones, las declaraciones de Tablada reflejan la línea oficial de un régimen totalitario que se encuentra en una posición cada vez más vulnerable en el escenario internacional.
Su figura, como una defensora incondicional del sistema, es representativa de la estrategia del régimen para perpetuarse en el poder, justificando alianzas cuestionables y rechazando cualquier señalamiento crítico desde el exterior.
Preguntas frecuentes sobre las acusaciones de espionaje chino en Cuba
¿Existen bases de espionaje chinas en Cuba?
El gobierno cubano niega rotundamente la existencia de bases de espionaje chinas en su territorio. Sin embargo, informes de inteligencia estadounidenses y el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) afirman que hay instalaciones chinas en la isla destinadas a la recopilación de inteligencia.
¿Cuáles son las bases de espionaje chinas identificadas en Cuba?
Según varios informes, las bases identificadas incluyen Bejucal, El Wajay, Calabazar y El Salao. Estas instalaciones estarían equipadas con tecnología avanzada para interceptar señales de comunicación.
¿Por qué es estratégica la ubicación de Cuba para las operaciones de espionaje de China?
La proximidad de Cuba a la costa de Florida ofrece una posición estratégica única para la recolección de inteligencia de señales. Esto permite a China acceder a información crítica sobre infraestructuras militares estadounidenses en el sur del país.
¿Cuál ha sido la respuesta del gobierno cubano ante las acusaciones de espionaje chino?
El gobierno cubano ha negado repetidamente la existencia de bases de espionaje chinas en la isla. Las autoridades cubanas califican estas acusaciones como infundadas y parte de una "campaña de intimidación".
¿Cómo ha reaccionado Estados Unidos ante las sospechas de espionaje chino en Cuba?
Estados Unidos ha expresado su preocupación por la posible expansión de bases de espionaje chinas en Cuba. El gobierno estadounidense está monitoreando de cerca estas actividades para proteger sus intereses y su seguridad nacional.
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