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La policía de Santiago de Cuba decomisó más de 1,700 kilogramos de café en el municipio de Segundo Frente, los cuales eran trasladados en un tractor particular, según una de las tantas cuentas de redes sociales asociadas al Ministerio del Interior (MININT).
Los mil sacos de café estaban siendo trasladados en un tractor sin matrícula, perteneciente al sector particular, que no contaba con la documentación requerida para justificar el producto, señaló el perfil Héroes del Moncada, dedicado a limpiar la imagen de la policía.
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Aunque no se dan detalles de los ciudadanos involucrados, en la publicación dan cuenta de que el destino de este producto era la venta en el mercado ilegal.
Además aseguran que “el producto fue entregado a la despulpadora de Soledad perteneciente a la Empresa Agroforestal Sierra Cristal del territorio”.
A inicios de este año la policía santiaguera también confiscó, en el municipio de Contramaestre, 30 sacos de arroz que viajaban en un vehículo perteneciente a la empresa de café de la provincia Guantánamo.
De acuerdo con lo informado en una publicación realizada en la red social Facebook por el perfil Héroes del Moncada, encargado de ensalzar la labor de la policía en medio de las críticas ciudadanas por la inacción de los oficiales ante el aumento de la delincuencia, el vehículo fue “interceptado en el punto de Control de Baire, sin documentación legal”.
Estas situaciones se dan en un contexto de agravamiento de la crisis económica en Cuba, en donde los dirigentes han anunciado que dejarán de subsidiar productos básicos, como el propio arroz y el café.
Con respecto al café, su carencia genera inconformidad en la población, al punto que la situación ha sido expuesta en la prensa oficialista sin denunciar las razones que verdaderamente están llevando a la escasez de café en Cuba.
Los medios de prensa del Estado no informan la cantidad de café en grano que se produce en el país para exportación ni las ganancias que este producto de alta calidad está dejando al régimen.
Tampoco detallan cuán baja está resultando la productividad del café destinado al consumo nacional, en un país que fue uno de los mayores productores y exportadores, pero que ha visto decrecer la cantidad y calidad de este producto desde 1959 hasta la actualidad.
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