La activista cubana Diasniurka Salcedo Verdecia denunció este sábado los días de presión y estrés que vivió la semana pasada debido a la vigilancia que le montó la policía cubana a las afueras de su casa en el municipio de Alquízar, provincia de Artemisa.
Salcedo Verdecia, que este viernes se plantó junto a un grupo de madres cuyos hijos son pacientes de patologías graves frente al Ministerio de Salud Pública (MINSAP), en pleno Vedado, reveló las acciones del régimen de La Habana para impedir esta manifestación.
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“Fueron días de mucha presión, todo el tiempo nos median el paso y trataron de evitarlo pero QUERER ES PODER, HAY ALGO QUE NO SE PUEDE EVITAR”, escribió en su cuenta de la red social Facebook.
También posteó una imagen de la citación, donde se recoge que debía comparecer, el jueves 23 de noviembre, al Órgano de Instrucción Provincial de Artemisa, para una entrevista con el Mayor Jesús Rodríguez en el horario de las 10:00 am.
El oficio fue firmado por el mencionado Mayor y aclara que en caso de no asistir a la cita sin una causa previamente justificada sería multada con hasta 50 pesos o acusada de delito de Denegación de auxilio o Desobediencia.
Junto a la publicación, Salcedo Verdecia compartió un video donde se detalla el intercambio que tuvo con la oficial que fue a entregar dicha citación, en el que la activista muestra su negativa a cumplir la citación.
“Yo no voy a ir a la entrevista. A mí que me manden un acta de Fiscalía”, se escucha decir mientras agrega que ella no iba a firmar de recibido el documento.
A pesar de estas amenazas, este viernes Salcedo Verdecia se manifestó frente al Ministerio de Salud Pública en La Habana junto a otras madres cubanas para exigir mayor atención y calidad de vida para niños pacientes de patologías graves.
"Estamos exigiendo que haya mejor calidad de vida para todos estos niños vulnerables a los que la dictadura no atiende. Todos estos niños se están muriendo por culpa de una dictadura", dijo Salcedo Verdecia mientras transmitía el plantón desde la calle.
A mediados de noviembre la activista recurría a las redes sociales para denunciar que estaba recibiendo presiones de la Seguridad del Estado para que abandonara Cuba.
"Esto es lo que pasa cuando vives en dictadura y se lo dices a la cara. Intentan callarte, silenciarte y hasta botarte de tu tierra, pero no te dan el derecho de irte como cualquier persona, sino como ellos dispongan, en mi caso sin mi familia. Pues esto es lo que hago, rompo todo. ¡Todo! No me interesa dejar Cuba sin mi familia", escribió en un post en Facebook.
Comentó que no se detendrá en su activismo porque quiere reencontrarse con su hijo otra vez en la tierra que lo vio nacer y se refirió a la importancia de la labor social que está haciendo con niños en la isla.
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