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El gobierno de Las Tunas anunció medidas que restringen la transportación de pasajeros en la provincia por la falta de combustible, en medio de la crisis energética que atraviesa Cuba.
Una de las medidas que tendría un mayor impacto en la limitación de la movilidad de la población es la reducción “considerable” de las rutas de ómnibus, a un solo vehículo por cada una, informó al periódico oficialista 26 Reynaldo Reyes Silva, delegado de Transporte en el territorio.
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“Se han reducido las rutas de manera considerable, hay una guagua por destino en las habituales 1, 5, 6, 7 y 10. Esto se debe a que solo disponemos de 2,400 litros de combustibles para carga y pasaje, que incluye la movilidad de algunas empresas y la canasta básica”, alegó.
Las autoridades de Las Tunas insisten en retomar fórmulas aplicadas en otros períodos de crisis, como la presencia de inspectores en las piqueras y el apoyo de los vehículos estatales al transporte de la ciudadanía, que -según el funcionario- es una “iniciativa” que “ya había sido orientada por la dirección del país, y actualmente se analizó con las máximas autoridades tuneras y los directivos de todos los organismos”.
Una de las opciones más empleadas por los tuneros para transportarse son los cocotaxis. Estos vehículos privados tendrán asegurado el combustible, aseguró Reyes, aunque serán “controlados” por las autoridades.
“Les garantizamos el combustible y están asistiendo diariamente, como promedio, de 75 a 84 de esos medios a las piqueras, controlados, en primer lugar, por los funcionarios de la Base y fiscalizado por los inspectores de Transporte”, precisó.
Según afirmó el funcionario, “a estos porteadores tratamos de respaldarlos, porque son quienes nos ayudan a aliviar la situación, ya que mueven de 500 a 600 personas en el horario de 7:00 a 8:30 de la mañana”.
Las autoridades en Las Tunas dispusieron también el control del transporte de tracción animal, es decir, los coches y carretones, por los inspectores en las piqueras. Reyes explicó que ya ubicaron a 11 de estos funcionarios en las principales zonas de la ciudad cabecera donde se encuentran estos vehículos: los dos hospitales, el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Luis Urquiza Jorge y el estadio Julio Antonio Mella.
Reyes aseguró que se garantizarán los servicios de Salud, debido a “su alto grado de importancia”, sin embargo, el gobierno solo dispuso dos guaguas para “apoyar” la transportación de todo el personal del sector que va hacia los hospitales de la ciudad.
Según declaró al diario, “la movilidad de las personas hemodializadas para su atención médica, igualmente tiene prioridad, así como la quimioterapia que se realiza en la provincia de Camagüey. Para esos pacientes destinamos una guagua, además de los habituales servicios de taxis”.
La transportación de los estudiantes becados también será regulada. Está previsto, en coordinación con la Dirección de Educación, escalonar la recogida de los pases de los becados. “No es posible hacerlo de forma simultánea como hasta ahora”, dijo el directivo.
Las medidas de Las Tunas se suman a las que ya se están aplicando en otros territorios del país ante el agravamiento de la crítica situación energética nacional.
A fines de septiembre, las autoridades de Santiago de Cuba también anunciaron la reducción del transporte urbano, que de hecho ya estaba afectado y funcionando con el 40% de sus vehículos, por falta de piezas de repuesto, lubricantes y mantenimiento.
Los ómnibus, ferrobuses y lanchas de Santiago de Cuba disminuyeron la regularidad de sus viajes fuera del horario laboral, entre otras medidas adoptadas en esa provincia.
En Sancti Spíritus, el servicio de ómnibus urbanos ya está funcionando con un ómnibus por ruta en su horario de mayor demanda, como es el caso del pico de la mañana; mientras que los ómnibus ruteros solo cubren el horario matutino y por la tarde cada rutero realiza dos viajes.
En una comparecencia en la televisión estatal, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, negó que Cuba estuviera en una situación de “cero combustible”, aunque tuvo que admitir que el gobierno está “saliendo a comprar casi al día” los carburantes que necesita el país.
El ministro, como suele ser habitual en la propaganda oficial, culpó de la escasez de combustible que enfrenta la isla al embargo estadounidense y al incumplimiento de contratos que tenían pactados con otros países.
Hace un año, Las Tunas ya acusaba una crítica situación con el transporte de pasajeros, pues casi el 70 por ciento de los ómnibus se encontraba fuera de servicio debido a la carencia de neumáticos y baterías.
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