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El médico cubano Alexander Raúl Pupo Casas, quien aún no lleva un año en Estados Unidos, se compró un Mercedes-Benz, algo, que jamás pensó que podría hacer, según confesó.
"Los sueños que llegan sin tenerlos", escribió en su muro de Facebook, con una foto en la que se le ve sonriente posando apoyado en el auto.
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La imagen permite ver que no es un Mercedes-Benz de los más modernos. Se trata de un modelo Clase C de principios de los años 2000, de segunda mano.
Decenas de cubanos felicitaron al galeno por su reciente logro.
"Un Mercedes aquí en Cuba nunca podrías tenerlo ni aunque fueras el mejor médico de Cuba", afirmó una habanera.
"Como debe haber come candela sufriendo con esas fotos", comentó un residente en Vive en West Palm Beach.
"No necesitas salir de aquí para cumplir ese sueño, oye, con respeto te digo que ahorrando 225,365 meses de salario podías importar uno, y luego poco a poco paga los impuestos", ironizó un veterinario desde Cuba.
"Doctor, hoy cumplo 90 años y lo felicito, y le digo que usted con su noble carácter y abnegado trabajo tendrá en este país todo lo que se proponga tener", le vaticinó un anciano emigrado.
En noviembre, Alexander Pupo, a quien el régimen inhabilitó para ejercer su profesión por su posicionamiento político, reveló que trabaja cargando cajas en un staffing en Florida, donde gana "unas 50 veces lo que cobraba en Cuba".
"En dos meses o tres meses tengo las cosas que nunca pude tener en Cuba", dijo en su muro de Facebook.
En un video, salió al paso a quienes lo critican por haberse ido lejos de su familia a un país donde no puede desarrollar la carrera que estudió.
"Prefiero ser mil veces un simple empleado en un país libre, que ser una persona reconocida y llena de lujos en un país esclavo", recalcó.
No obstante, dejó bien claro que aunque no ha podido ejercer la medicina, está estudiando para hacerlo en el futuro.
"Tengo la esperanza de volver a ejercer como médico, porque para eso me preparo. Y tengo todo lo que necesito, no solamente para estar tranquilo yo, sino para tener tranquila a mi familia", dijo.
Desde que llegó a Estados Unidos la vida le sonríe al médico cubano, que en noviembre anunció que su esposa está embarazada, y recalcó que lo mejor es que nacerá en un país libre", recalcó.
Pupo no llevaba todavía un mes en ese país, cuando ya pudo comprarse un carro, algo imposible en su país natal, a pesar de que allí ejercía como médico.
"Ventiún días de trabajo en un país libre, como un simple obrero, me ha dado la posibilidad de tener lo que no hubiera tenido en 30 años trabajando como médico en un país esclavo. ¡Qué triste Cuba!", escribió en su Facebook.
Él y su colega Alexander Jesús Figueredo Izaguirre decidieron huir de Cuba tras haber sido expulsados de sus trabajos por sus críticas al régimen y sus denuncias del sistema de salud en las redes sociales.
A finales de julio, anunciaron que habían arribado a finalmente a Estados Unidos tras varias semanas de una difícil travesía por Centroamérica y México.
Mientras estuvo en Cuba, Pupo Casas fue uno de los principales promotores de iniciativas populares que animaban a exponer las deficiencias del sistema de salud pública y la mala gestión de hospitales y centros de salud, sobre todo, en medio de la crisis del coronavirus.
Por sus comentarios, fue perseguido por la Seguridad del Estado, hasta que decidió emigrar.
"Toda mi familia quedó en Cuba. Dios permita que pueda, al menos, volver a verlos algún día", confesó.
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