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Cinco escuelas rurales del municipio Pedro Betancourt, en la provincia de Matanzas, cerraron sus puertas por baja matrícula, según trascendió en medios oficialistas.
Ante la dificultad de los padres de llevar a sus hijos hasta las escuelas más cercanas a sus comunidades por la falta de un transporte público que garantice a los niños su asistencia a clases, cinco escuelas rurales de comunidades del municipio Pedro Betancourt han cerrado, informó el medio local Girón.
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De acuerdo con lo comentado a ese medio por Mercedes Plá, funcionaria de la Dirección Provincial de Educación, los centros fueron entregados en calidad de viviendas a trabajadores del sector.
En la nota trascendió el caso de un padre, residente en el batey Dos Hermanos de ese municipio, cuya hija acudía a una escuela de Jovellanos, donde se alojaban en una vivienda temporal, pero al tener que regresar a su batey de origen, la menor se quedó sin una opción cercana donde recibir clases luego.
La escuela que antes se hallaba en Dos Hermanos fue cerrada y la niña debía seguir acudiendo a la más cercana, ubicada en La Isabel, localidad del municipio de Jovellanos.
Mediante el acuerdo 160/2011 del Consejo de la Administración Municipal (CAM), se determinó “aprobar el cambio de uso de la escuela Rafael Trejo González, ubicada en Dos Hermanos, para utilizarla como fondo habitacional de la Vivienda” y los habitantes de ese sitio perdieron su centro educativo.
La opción ofrecida por la dirección de Educación, asistir a la del municipio Jovellanos -donde van 13 alumnos de diferentes niveles educativos-, fue desestimada por el padre de la menor ante la falta de un transporte para llevar a su hija.
"Esta comunidad nunca ha tenido sistema de transporte público oficial", dijo un directivo.
Ante la inconformidad del padre, la presidenta del Consejo Popular de La Isabel, junto con la directora de la escuela, gestionó un medio de transporte (coche) para asegurar la "asistencia, puntualidad y regreso de la menor".
Sin embargo, el servicio es pagado por el padre, no ofrecido de forma gratuita por las autoridades.
Las escuelas cubanas son víctimas de una crisis que se ha generalizado a todo el país. Escasez de recursos, destrucción de los inmuebles y éxodo de maestros ha afectado a los alumnos que inician la educación primaria y que requieren de una formación básica que garantice su continuidad en los niveles superiores.
En una comunidad de Holguín los niños han tenido que tomar sus clases al aire libre porque su escuela Belisario Grave de Peralta, ubicada en carretera de Gibara, en el poblado rural de Camarones, está en peligro de derrumbe.
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