Christian Pulisic arriesgó el físico para lograr el solitario gol con que Estados Unidos dispuso de Irán y se clasificó a los octavos de final del Mundial de Qatar, acompañado en la llave B por Inglaterra, inclemente en su dual meet con Gales (3x0).
Sobre el campo del Estadio Al Thumama pelearon dos escuadras cuyo único contacto mundialista databa de 1998, en aquel duelo histórico marcado por tensiones políticas que vio imponerse 2x1 a los persas. Casi un cuarto de siglo más tarde se dio la revancha de los de las barras y estrellas.
Este martes, a Irán le bastaba el empate para garantizar su pase a octavos pero no salió a buscarlo, acaso por aquello de que si juegas a no ganar, de alguna manera te expones demasiado a perder. El grupo había mostrado fortaleza mental al reponerse de la goleada recibida en el debut a manos de Inglaterra y, lejos de replegarse, salió a proponer.
Del otro lado los norteamericanos hicieron lo mismo, y como tienen un plantel mejor calificado no tardaron en tomar el mando de la situación. Abrían bien el campo y lanzaban centros a distinta altura que no alcanzaban a rematar sus artilleros, y a lo largo de todo el primer tiempo dio la sensación de que en algún momento aquel acoso rendiría frutos.
De hecho, así fue. Al '38, un trazo largo rebotó en la testa de Serginho Dest -de brillante performance-, quien redireccionó el balón hacia la temeraria llegada por el centro de Christian Pulisic. Gol, y los estadounidenses ponían pie y medio en los octavos.
Ahora bien, la acción tuvo un costo elevado para la tropa de Gregg Berhalter, pues Pulisic debió abandonar el partido tras el choque frontal contra el meta Alireza Beiranvand.
A partir de ese instante, los norteños parecieron más esmerados en evitar el gol que en fabricarlo, sus vendavales ofensivos bajaron en frecuencia, y a medida que el tiempo avanzó comenzaron a defenderse con un 4-5-1. No querían que se les repitiera la historia de Gales -que les empató en las postrimerías del choque-, y le quitaron toda la vistosidad al contencioso. Irán trató y trató, pero la calidad no le bastó.
En el otro desafío de esta llave, Inglaterra aseguró la vanguardia al vencer por séptima vez consecutiva a Gales, esta vez con dos dianas de Marcus Rashford (minutos 50 y 68, el primero de tiro libre) y Phil Foden (m.51), quienes entraron por primera ocasión en el once titular de los Tres Leones en la Copa.
Dicho sea de paso, en los seis choques previos entre ambos conjuntos los ingleses anotaron 11 goles y recibieron uno solo, como prueba de su predominio en el duelo británico contra la selección de "Gales" Bale.
En los octavos, los ingleses chocarán con Senegal y los estadounidenses lidiarán con Holanda.
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