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El gobierno comunista de China entregará un donativo de unos cien millones de dólares al régimen cubano, como parte del entendimiento alcanzado con el gobernante Miguel Díaz-Canel tras su visita al gigante asiático.
“Lo utilizaremos por supuesto en prioridades de nuestro pueblo”, dijo el ministro de Economía y Planificación cubano, Alejandro Gil Fernández, en conversación con periodistas oficialistas del país, a los que aseguró que “los resultados de la visita a China son muy positivos”.
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Según el ministro, Diaz-Canel explicó a las autoridades chinas “la situación que enfrentamos” y “hubo comprensión por la parte china”. No obstante, la sintonía entre ambos regímenes depende de que “podamos encontrar fórmulas mutuamente aceptables para el ordenamiento y reestructuración de las deudas, y que en ese sentido fluyan los créditos que están asociados a proyectos de inversión de China en nuestro país”.
A finales de septiembre del pasado año trascendía la noticia de que Cuba le debía a China $4,643 millones de dólares por iniciativas de la nación asiática para el desarrollo de países de ingresos bajos y medianos.
El dato aparecía en un informe publicado por AidData, un laboratorio de investigación e innovación del prestigioso College of William & Mary, en Williamsburg, Virginia, y que fue reproducido en el sitio del Consejo Económico y Comecial Cuba-EE. UU, con sede en Nueva York.
Una nota publicada en el sitio de Presidencia de Cuba indicó este sábado que la conversación de Díaz-Canel con el presidente Xi Jinping transcurrió de forma “transparente, cordial y abierta”. Se firmaron doce instrumentos jurídicos y entre ellos destacan los aspectos vinculados con la reapertura de nuevos financiamientos, dijo Gil Fernández.
Entre los proyectos que resultaron de las negociaciones, las autoridades cubanas destacaron la inversión del moderno "dique flotante", que llegó a la Isla en 2019, “y que será una fuente importante de ingresos en divisas para nuestra economía al prestar servicio a los buques que transitan por esa zona del Caribe”.
También se refirió el ministro “al programa de reconversión o modernización de nuestra prensa, que también es un crédito importante de China que no se había concluido”, y del que las autoridades cubanas no ofrecen más detalles.
“Hay otras inversiones importantes como el parque eólico de Herradura, y a su vez, un parque solar fotovoltaico con más de 100 MW; así como dos plantas de bioplaguicidas”, desgranó Gil Fernández, feliz de que su cartera de negocios trascienda los límites de las donaciones de toneladas de arroz.
Importante para el régimen de La Habana es la inversión directa de las empresas chinas. “Nos parece que debiéramos incrementar la inversión de las empresas chinas y así fue trasladado a la contraparte, al igual que en el tema del turismo, y en el retorno de las líneas aéreas”, señaló el ministro.
Sin mencionar el monto de la deuda, el titular de economía y planificación celebró que China sea “en los últimos quince años China el segundo socio comercial de Cuba, con un papel importante, no solamente en el presente, sino también en el futuro de todo nuestro Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social”.
En medio de la peor crisis económica de Cuba, con dramáticos impactos en el sector energético y alimentario, el régimen cubano refuerza su dependencia con viejos aliados como China y Rusia, a cuyas élites empresariales da mayores facilidades que derivan en contraprestaciones cada vez más costosas para la soberanía del país.
No es de extrañar que, con estos acuerdos, el régimen cubano hable de “un relanzamiento de las relaciones de nuestro país con China”. Sin embargo, su optimismo respecto a que estos contribuyan “al avance gradual de nuestra economía”, son discutibles.
Con más de 4 mil millones de dólares en deudas, “la apuesta del régimen comunista cubano por China entraña riesgos”, consideró el economista Elías Amor.
“Básicamente, porque los chinos no dan nada gratis. Exigen siempre algo a cambio, como la parte de la cosecha del azúcar que les corresponde (400 mil toneladas) y que Cuba no puede atender por los bajos niveles de las zafras de los últimos años. O en el caso de los minerales, o el tabaco, los chinos han viajado a Cuba a buscar recursos para extraer, pero el panorama que encuentran es bien conocido: devastación y pobreza generalizada”, explicó.
Teniendo en cuenta que las compras de alimentos en general a compañías de Estados Unidos por parte del gobierno cubano escalaron hasta los 304.7 millones de dólares durante 2021, los 100 millones de la donación china podrían cubrir aproximadamente un tercio de la cantidad de pollo que importa Cuba de ese país.
O podría significar un poco menos de la mitad de lo que calculó el comandante Ramiro Valdés como cantidad necesaria (250 millones) para solucionar el problema de los apagones en Cuba. Ya veremos qué destino toma el donativo chino… o no.
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