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Autoridades locales aseguran que, antes de que termine el año, La Habana contará con un sistema piloto de bicicletas públicas.
Con origen en la universidad tecnológica conocida como la Cujae, ubicada a las afueras de la capital, el programa tendrá seis cicloestaciones y tiene el objetivo de fomentar el uso de ese medio de transporte por motivos de trabajo y estudio, informó a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) Reinier Campos Pompa, jefe de Desarrollo de la Dirección General de Transporte Provincial La Habana.
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Según este funcionario, el proyecto comenzará con 300 bicicletas, dispuestas en la estación central de la Cujae, donde ya se realizan las últimas acciones constructivas.
Otras dos cicloestaciones se ubicarán en la zona de Reloj Club y cuatro se dispondrán en el corredor Fontanar- Abel Santamaría-Wajay, en el municipio Boyeros.
Las bicicletas destinadas a este proyecto son mecánicas, con diseño especial y tratamiento planificado de mantenimiento.
Campos Pompa comenta que en la Cujae se han diseñado otros servicios complementarios como parqueo de bicicletas y motos, talleres mecánicos, y alquiler específico de bicicletas.
El funcionario explica que la idea es que las bicicletas permanezcan el menor tiempo posible en la estación central y se arrenden a profesores y estudiantes para que puedan trasladarse hacia sus casas en el horario nocturno.
La información no precisa cuáles serán los costes de este servicio.
Según asegura el funcionario, este programa forma parte del proyecto de neomovilidad promovido por la ONU y aspira a parecerse al de otras cuidades latinoamericanas, aunque, en muchas ciudades del continente, estos servicios son muchos más sofisticados y eficientes, funcionan a través de aplicaciones digitales y las bicicletas, luego de su uso, permanecen en las estaciones.
A finales de agosto, trascendió que el gobierno de La Habana intenta apostar por el uso masivo de bicicletas ante la profunda crisis del transporte público en la capital, donde el 50 por ciento de la población se ve obligada a trasladarse a pie durante largas distancias.
La Habana buscará desarrollar la movilidad ciclística con una red de puntos de compra y venta de bicicletas, así como a través del uso de triciclos eléctricos tanto de rutas estatales, como de la población.
Las autoridades reconocen, sin embargo, que, para desarrollar este programa, antes deberán mejorar la infraestructura pues mejorar las calles y espacios peatonales habaneros presentan un avanzado estado de deterioro.
En abril, el gobierno cubano aprobó un paquete de medidas para paliar la crisis del transporte público en La Habana.
Entre las medidas se encontraban destinar ómnibus de entidades estatales al transporte público, impulsar una campaña para la contratación de choferes, y la creación de empleos para mujeres y hombres como conductores de triciclos en el proyecto Neomovilidad.
En marzo, el ministro de Transporte cubano insistía en la introducción de triciclos eléctricos y la creación de sistemas de bicicletas públicas, para resolver la crisis de ese sector en la capital.
Eduardo Rodríguez Dávila dijo que introducirían 25 triciclos eléctricos en el sistema de transportación pública en el municipio Boyeros, en tanto las bicicletas circularán en los repartos Fontanar, Wajay y Abel Santamaría de La Habana.
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