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El gobierno cubano habilitó este lunes una cuenta en pesos cubanos en el Banco de Crédito y Comercio (Bandec), para donaciones tras el paso del huracán Ian por el occidente del país.
El Banco Central de Cuba informó “a aquellas personas con interés de realizar aportes monetarios en apoyo al proceso de recuperación por los impactos del huracán Ian” que para depositar el monto podrán acudir a las sucursales bancarias o realizarlo mediante las plataformas Enzona y Transfermóvil.
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Después de anunciar las cuentas del Banco Financiero Internacional (BFI) y el Banco Internacional de Comercio (BICSA) para “donaciones de emergencia” desde el exterior, el gobierno ahora pide a los ciudadanos cubanos que, en medio de una crisis de escasez de alimentos, falta de electricidad, y con una inflación imparable, destinen parte de su salario para la “recuperación” de Pinar del Río, realizando un depósito al Gobierno Provincial.
La cuenta para donaciones desde Cuba y en pesos cubanos se activa en un momento en que varias organizaciones de la sociedad civil organizan colectas de artículos de primera necesidad y recaudan dinero para los damnificados por el huracán.
En la provincia de Pinar del Río han llegado directamente a pobladores de regiones devastadas por el evento meteorológico comida, productos de aseo, ropa, zapatos a partir de la gestión de ciudadanos que han brindado su apoyo a la población más vulnerable.
El gobierno afirma que toda la ayuda se destinará a la recuperación de esa provincia, donde hubo 53,401 viviendas afectadas, con 5,064 derrumbes totales, según una nota de la Agencia Cubana de Noticias.
Sin embargo, los pobladores de las áreas más dañadas condenaron el olvido en que los dejaron los funcionarios que no han acudido a sus localidades para valorar la magnitud del desastre.
Según trascendió en un documental de Cubanet, integrantes de organizaciones de la sociedad civil eran los primeros en llegar, de forma voluntaria, hasta zonas alejadas del municipio cabecera de San Juan y Martínez donde los miembros de las comunidades quedaron desamparados, sin comida suficiente, sin agua potable y con los techos de sus viviendas destruidos.
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