Inmigrantes cubanos permanecen, desde hace más de un mes y medio, en condiciones inhumanas en la cárcel de migración de Piedras Negras, Coahuila, México, sin que su situación termine de resolverse.
“Las ratas les pasan por arriba, la comida que les dan es fatal, desde que llegaron no han podido bañarse”, denunció Leidy Suárez, hija de uno de los retenidos, en declaraciones recogidas por el periodista Mario Vallejo de Univisión y reporteros de ImpactoVisión Noticias.
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Suárez, residente en Estados Unidos, atravesó la frontera junto con otros dos cubanos también radicados en ese país, para tratar de resolver la situación de su padre y de otro familiar.
Isidro Mirabal, el padre de Leidy, y la esposa de un nieto suyo fueron detenidos el pasado 15 de marzo por la policía mexicana, mientras viajaban en un ómnibus hacia la frontera sur estadounidense junto a otros migrantes de Cuba y Venezuela y, desde entonces, permanecen retenidos sin que su situación legal termine de aclararse.
Desde ese día, no cuentan con atención médica, no han podido bañarse y permanecen hacinados, junto a decenas de inmigrantes en un centro de detención del Instituto Nacional de Migración (INM) mexicano, según el testimonio de sus allegados.
“Es duro tener a un familiar de uno en estas condiciones, en eso llevamos sufriendo más de un mes y medio”, comentó una Leidy visiblemente emocionada a los reporteros.
La joven está preocupada por la salud de su padre, que padece de hipertensión y a quien no le han permitido recibir medicación alguna en el centro de retención migratoria.
Sobre sus familiares, Leidy señaló que, debido a que le contrataron representación legal, su situación se diferencia de la de otros migrantes que son deportados u obtienen un salvoconducto para transitar por el territorio mexicano.
Debido a que ahora están amparados por la ley federal mexicana, nadie los puede trasladar del centro de retención del INM hasta que llegue el dictamen del juez, que se demora, según afirman, a causa de la trama corrupta por la cual, mientras más tardan los procesos, más dinero les pueden sacar.
Jimmy Rodríguez, quien está casado con otra de las hijas de Isidro, manejó más de 23 horas con su hijo y Leidy desde Miami hasta Coahuila. Todos piensan permanecer ahí hasta que se resuelva la situación de sus familiares.
En su testimonio relató en tono angustiado cómo, poco antes de la intervención de la prensa, habían recibido amenazas de efectivos de la policía mexicana, quienes pretendían chantajearlos o devolverlos a Estados Unidos.
Entre el 21 y el 24 de abril, las autoridades mexicanas interceptaron a 5,688 inmigrantes ilegales de 36 países, de los cuales 942 son cubanos, cifra solo superada por los 1,060 de Honduras, según datos oficiales.
El INM precisa que los migrantes han sido localizados “en casas de seguridad, cajas de tráiler, remolques para ganado u ocultos en compartimentos de autobuses o cabinas de tractocamiones en condición de hacinamiento, sin ventilación, agua y alimentos”.
Las denuncias de extorsión por parte de las autoridades mexicanas son habituales entre los migrantes cubanos.
A mediados de abril, un migrante contaba cómo la policía pide dinero a quienes transitan el país rumbo a la frontera norte para dejarlos avanzar.
El pasado marzo, más de 32,000 cubanos entraron a Estados Unidos por su frontera sur, cifra que duplica los registros de febrero y no tiene precedentes desde la Crisis del Mariel en 1980.
Un total de 78,903 cubanos han arribado por puntos de la frontera sur a EE.UU. durante el primer semestre del año fiscal 2022, iniciado el primero de octubre pasado.
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