La entrada irregular de cubanos por la frontera sur de Estados Unidos alcanzó en marzo una cifra superior a las 32 mil personas, lo que pone a la administración Biden ante el dilema de lidiar con una avalancha migratoria de la magnitud del éxodo del Mariel de 1980.
Aunque el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) no ha publicado aún las estadísticas oficiales sobre llegada de inmigrantes durante el pasado mes, el diario The Washington Post reveló que el volumen de cubanos superó los 32 mil, el doble de los 16,550 registrados por puntos fronterizos de México en febrero.
Una fuente de CBP dijo a CiberCuba que las cifras de marzo eran elevadas, pero eludió confirmar un número exacto, argumentando que por política la agencia no comenta sobre versiones extraoficiales e informaciones internas.
De cualquier manera, los estimados publicados por el diario estadounidense y los comportamientos parciales compilados por días recientes sobre entradas por la frontera mexicana sitúan el flujo de cubanos en un panorama de crisis migratoria, comparable con otros hitos históricos.
Si se suman las potenciales cifras de marzo a los datos de llegadas de cubanos por puntos fronterizos de México durante los cinco meses anteriores del año fiscal 2022, los números resultan realmente apabullantes:
- Más de 78,752 inmigrantes cubanos han entrado durante el primer semestre del presente año fiscal a Estados Unidos.
- Unos 72,800 entraron después de la apertura de las fronteras cubanas y el levantamiento de visados, decretado por el gobierno de Nicaragua, a partir del pasado 22 de noviembre.
- 107,000 arribaron tras el ascenso de Joe Biden a la Casa Blanca y el anuncio de una política migratoria más flexible que la impuesta por la administración de Donald Trump, sin contar otros puntos de llegada por tierra y mar.
- Más de 174,800 cubanos han arribado por esa franja fronteriza después de la eliminación de la política de pies secos/pies mojados, entre los años fiscales 2017 y primer semestre de 2022 (octubre de 2021 a marzo de 2022).
De hecho, el panorama de la inmigración cubana en Estados Unidos alcanza actualmente niveles del éxodo del Mariel, en 1980 (125,000), y rebasa con amplitud las cifras de la crisis de los balseros de 1994 (35,000).
La referencia comparativa con el Mariel ilustra el alcance de la estampida masiva desde Cuba que tiene lugar actualmente por vía aérea para luego trasladarse por vía terrestre por territorios de Centroamérica y México. El éxodo del Mariel transcurrió entre el 21 de abril y el 31 de octubre de 1980, un período de tiempo similar al que ahora enmarca cifras equivalentes de inmigración cubana irregular hacia Estados Unidos.
A los datos relsacionados con la frontera sur se añaden unos 700 cubanos que arribaron por otras zonas fronterizas del territorio de Estados Unidos durante el primer semestre del año fiscal (FY2022), que comenzó el pasado 1 de octubre, y más de 1,200 que intentaron llegar a territorio estadounidense por vía marítima, según los reportes combinados de la Guardia Costera y la Patrulla Fronteriza.
Pero puede haber aún sorpresas mayores cuando se conozcan los registros oficiales del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Se espera que las cifras de CBP sobre el procesamiento de inmigrantes de todas las nacionalidades en puntos fronterizos durante marzo estén listas dentro de unas dos semanas.
El flujo parece incontenible y diariamente se suceden reportes de cubanos detenidos en hospedajes, escondites o vehículos en tránsito a través de la llamada “ruta centroamericana”. Las entradas de cubanos por puntos de la frontera mexicana -muchos de ellos tras cruzar el río Bravo- están promediando unos mil casos diarios, con picos de hasta 1,500 en una sola jornada.
La situación fue abordada este miércoles por delegaciones oficiales de Cuba y México, reunidas en la capital mexicana para evaluar el comportamiento del flujo migratorio entre ambos países y fortalecer la cooperación para frenar las operaciones irregulares desde la isla. Esta ronda de conversaciones antecede a una próxima visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a La Habana, donde abordará el tema migratorio bilateral como tema prioritario.
De acuerdo con cifras oficiales, del 1 de enero al 7 de marzo de este año un total de 626 cubanos fueron repatriados tras ingresar en México de manera irregular.
El abarrotamiento de las estaciones de atención a inmigrantes irregulares de todas nacionalidades ha obligado a las autoridades del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos a ordenar el procesamiento expedito de casos en sectores fronterizos de máxima congestión como Del Río, en Texas, y liberarlos con un parole humanitario por hasta 60 días.
Pero el DHS insiste en que los documentos de admisión con carácter humanitario se entregan a discreción de las autoridades y no son extensivos a todos los puntos de entrada donde los inmigrantes se presentan para solicitar asilo político. En el primer semestre del FY2022 más de un millón de personas han sido procesadas por el personal de CBP y la Patrulla Fronteriza a su arribo a territorio estadounidense.
Los cubanos pueden recibir un documento de libertad supervisada -conocido como I-220A- o un parole humanitario, y son regularmente liberados en un período de tiempo breve. La entrada a Estados Unidos significa que deberán iniciar el proceso de asilo, con opción a un permiso de trabajo, ayuda financiera y protección sanitaria con carácter temporal, pero no que podrán automáticamente regularizar su estatus migratorio bajo la Ley de Ajuste Cubano.
Por el momento, la avalancha de cubanos ha creado aglomeración y prolongadas colas en las oficinas del Departamento de Niños y Familias (DCF) del sur de Florida, adonde acuden los refugiados recién llegados para solicitar beneficios temporales de cupones de alimentos, estipendio suplementario y cobertura de salud.
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