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La activista Carolina Barrero sostuvo este viernes un encuentro con Bahia Tahzib-Lie, Embajadora de Derechos Humanos de los Países Bajos, para conversar sobre la situación de las libertades en Cuba.
“Ha sido un honor conocer a Bahia Tahzib-Lie, Embajadora de Derechos Humanos de los Países Bajos. Su compromiso con los derechos humanos es inspirador. Hablamos de la valentía de las madres y de los que defienden la dignidad humana y la libertad en Cuba. No están solos”, escribió la activista en su perfil de Twitter.
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Barrero se ha reunido en las últimas semanas con funcionarios y organizaciones de derechos humanos para discutir sobre la restricción de libertades en la isla.
Este jueves, la Relatora de Naciones Unidas sobre defensores de Derechos Humanos, Mary Lawlor, recibió a la activista cubana.
La importante funcionaria dijo sentirse “muy feliz de reunirme con la valiente mujer cubana defensora de los derechos humanos Carolina Barrero para hablar de la situación de los DD.HH. en su país Cuba”.
El pasado 15 de abril, en una reunión ante el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania, Barrero había denunciado la represión que ejerce sobre los ciudadanos el poder totalitario en Cuba.
La también curadora e historiadora de arte agradeció a la Cancillería alemana “por escuchar a la ciudadanía cubana y reconocer un pasado común atravesado por los crímenes del poder totalitario y autocrático”.
Barrero, en los últimos años uno de los rostros de la resistencia desde el campo cultural contra el poder totalitario, fue expulsada de Cuba bajo amenazas de cárcel por parte de la Seguridad del Estado en febrero pasado.
“He salido hoy con la certeza de que volveré. La imposibilidad de regresar a Cuba no puede ser ya jamás una opción, ni de la realidad ni del pensamiento. Para la Cuba que sufre, para las madres que sufren, la primera palabra, todos mis gestos, la convicción profunda de que prevalecerá la justicia y la verdad”, declaró en ese entonces.
Sus últimos meses en la Isla estuvieron marcados por episodios de acoso, arrestos arbitrarios y reclusión y vigilancia casi permanentes en su domicilio de La Habana.
Desde su nueva residencia en España, Barrero ha continuado con su activismo en favor de los Derechos Humanos y ha intentado visibilizar la situación de los condenados a penas de prisión por su participación en el estallido social del pasado 11 de julio en Cuba.
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