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La activista Carolina Barrero denunció este viernes ante el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania la represión del poder totalitario en Cuba.
La joven posteó en Facebook y Twitter la confirmación del encuentro, y agradeció a la Cancillería alemana "por escuchar a la ciudadanía cubana y reconocer un pasado común atravesado por los crímenes del poder totalitario y autocrático".
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"El Auswärtiges Amt, que hoy es la Cancillería, antes fue el banco del Tercer Reich y luego la sede del partido comunista. No es casual. Hay continuidad en una lógica que tiene como denominador común la sumisión y represión de libertades", expresó Barrero, quien fue obligada a salir de su país hace algunos meses tras una etapa de férrea vigilancia e intimidación en su contra.
Asimismo, consideró que Cuba es hoy la dictadura más antigua del hemisferio occidental en el poder.
"Su sistema represor, la SE (Seguridad del Estado), es heredero de la Stassi y de la KGB. El mundo no lo olvida. Los cubanos tampoco", expresó.
Algunas horas antes de acudir a la cita en la dependencia gubernamental, la activista publicó una fotografía junto al artista cubano desterrado Hamlet Lavastida en el muro de Berlín.
Desde allí afirmó: "Ese otro muro también va a caer. Lo vamos a tumbar. Abajo la dictadura. Libertad para presos políticos de Cuba. Ellos son nuestros héroes. Nosotros somos la revolución".
Barrero ha continuado con su activismo desde España, país donde reside actualmente y desde el cual ha denunciado las arbitrariedades del régimen cubano con los opositores, y con los jóvenes detenidos por protestar el pasado 11 de julio en varias ciudades de la isla.
Recientemente aseguró en la televisión española que "se ha sido muy complaciente con el régimen castrista" y que "los cubanos miran con tristeza y con decepción la postura que ha tenido el gobierno español".
"A los que niegan la dictadura les diría que se atrevan a vivir la verdad, Cuba no es el contenedor de todas las aspiraciones utópicas de la izquierda internacional, hay una realidad que implica a miles de personas que sufren", sostuvo en una entrevista en el programa "Buenos Días, Madrid".
Después de varios meses de reclusión y vigilancia casi permanente en su domicilio de La Habana el pasado mes de febrero la historiadora del arte fue expulsada del país bajo amenazas de cárcel.
Al llegar a España manifestó que el exilio forzoso al que fue sometida por el gobierno de la isla es una estrategia usada durante décadas por el régimen para separar a los cubanos, pero que salir de Cuba no significaba abandonarla.
Explicó que "la lógica de si te vas estás fuera del juego, si te vas no tienes derecho a protestar, es una falacia" que solo sirve para empoderar aún más al régimen, y se comprometió a continuar luchando por la liberación de los presos políticos y el fin de la dictadura.
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