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Pediatras mexicanos mostraron su preocupación ante la posible aplicación de la vacuna cubana Abdala contra la COVID-19 a niños de cinco años o más en ese país.
Luego de confirmar contactos con Pfizer para comprar un lote de vacunas en el segundo trimestre de este año, destinado a la vacunación de infantes, el subsecretario de Salud mexicano, Hugo López-Gatell, reconoció este miércoles que además estaban valorando otras opciones.
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“Pero la vacuna Abdala [cubana] podría ser una excelente opción. La vacuna Sinovac [china] se ha utilizado en otros países también en estas recomendaciones. Entonces, seguimos en ese proceso tanto de tener un panorama amplio de cuáles son las vacunas disponibles, no cerrarnos solo a una, y también considerar potencialmente la adquisición”, dijo López-Gatell.
Pediatras mexicanos consultados por el diario Excelsior se mostraron alarmados ante esta posibilidad.
“La única vacuna contra COVID-19 que ha publicado, que se ha sometido a las revisiones de autoridades sanitarias y que ha sido aprobada para su uso en niños de 5-11 años es Pfizer con dosis de 10 mcgs, cualquier otra vacuna, Abdala incluida, no ha sido autorizada por las autoridades que se encargan de vigilar y revisar su seguridad y eficacia en este grupo de edad”, declaró a ese diario mexicano Cipatli Ayuzo, miembro de la Academia Mexicana de Pediatría.
“No es ético vacunar a los niños mexicanos con una vacuna que no ha cumplido todos los requisitos, los padres de familia deben estar muy conscientes de esto, consultarlo con su pediatra y solo aceptar Pfizer, independientemente de que Gatell decida comprar vacunas cubanas”, concluyó la doctora.
Asimismo, Oscar Flores, endocrinólogo pediatra, señaló la importancia de que “todos los medicamentos y vacunas especialmente en niños tengan las certificaciones pertinentes, por ahora como pediatras solo podemos recomendar Pfizer/Biontech”.
Los resultados de las fases I y II de los ensayos clínicos de Abdala en adultos, hechos en el Hospital Saturnino Lora, de Santiago de Cuba, acaban de ser publicados en la revista médica británica The Lancet, pero no hay información sobre los efectos de la fase III ni tampoco sobre la aplicación en niños.
Su administración sigue aún sin ser validada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque países como Vietnam o Venezuela ya la han utilizado.
El presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez, había asegurado a principios de año que en marzo sería presentado el expediente de la vacuna ante la OMS para avalar su uso de emergencia a nivel mundial.
Pese a esto, el gobierno federal mexicano había autorizado, a finales de diciembre de 2021, el uso de emergencia de Abdala en todo el país. La vacuna cubana se convirtió así en el décimo fármaco inmunológico aplicado por México contra el coronavirus.
Esta decisión provocó reacciones críticas dentro de la opinión pública mexicana, entre las que destacaron las de los expresidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón.
“Cuán desesperados se ven por su pésima organización en mendigar y proveer vacunas que ahora recurren a la muy dudosa vacuna cubana. Con la vida y la salud no se juega”, tuiteó a finales de años el expresidente Fox.
“Están jugando ideológicamente con la salud y arriesgando la vida de cientos de miles, quizá millones de mexicanos. Esa vacuna no tiene los protocolos requeridos para ser aprobada en ninguna parte”, escribió en la misma red social Calderón, mandatario mexicano desde 2006 a 2012.
A finales de enero pasado, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba había anunciado el inicio de un estudio clínico para determinar si se podía administrar la vacuna contra el coronavirus Abdala a niños menores de dos años.
Hace unos días, las autoridades sanitarias cubanas anunciaron que comenzarían el uso de las vacunas Soberana 02, Soberana plus y Abdala en niños de estas edades, en las provincias de Cienfuegos y Camagüey.
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