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La organización no gubernamental Prisoners Defenders (PD) denunció ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) que más de 100 presos políticos en Cuba han sido víctimas de torturas por el aparato represivo del régimen.
“Agresiones físicas, incomunicación y tortura psicológica forman parte del horror que padecen los prisioneros políticos en Cuba. Denunciamos ante la ONU 15 usos sistemáticos de tortura contra más de 100 presos políticos actualmente procesados”, indicó la organización este martes vía Twitter.
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Presentado ante el Comité Contra la Tortura y el Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, el dosier de PD no solo recoge el testimonio de familiares y presos políticos para denunciar las violaciones de los derechos humanos en Cuba, sino que “es además un informe analítico completo sobre las torturas infringidas [sobre prisioneros y familiares] de forma sistemática”.
Bajo el título “Las Torturas, Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes contra los Prisioneros Políticos en Cuba”, el informe recoge 15 tipos sistemáticos generalizados de tortura contra los presos políticos, una situación especialmente agravada tras las detenciones posteriores a las históricas protestas del 11J en Cuba, que organizaciones de la sociedad civil han documentado en más de 1,400 personas encarceladas.
Tras realizar entrevistas, cuestionarios abiertos y cerrados, y aplicar otras metodologías de investigación en una muestra de 101 prisioneros políticos y familiares, la organización identificó lo que denominó “patrones de tortura en Cuba”.
La “privación de la atención médica entre los presos políticos”, los “trabajos y tareas forzados no propios de su condición de procesado o condena penal” o los “patrones posturales altamente incómodos, dañinos, degradantes y prolongados”, son algunos de los 15 patrones de torturas, maltratos o penas crueles, inhumanas o degradantes analizados y denunciados en el informe.
“Confinamientos de castigo en solitario”, “uso de la temperatura como mecanismo de tortura”, “agresiones físicas” o “conducción de forma anormal a localizaciones desconocidas para reos y familiares”, integran el catálogo de prácticas sistemáticas empleadas por los represores de la dictadura en Cuba.
Según denuncia el documento, “el Estado Cubano tiene un extenso historial de violaciones de derechos humanos”, entre las que destaca la práctica sistemática y generalizada de la tortura. Se trata de “una de las violaciones de derechos humanos más comunes en las prisiones de Cuba, especialmente grave y universal para los detenidos y presos considerados CR [contrarrevolucionarios]”.
Tras el 11J, según PD, Cuba exhibió “los índices de represión más altos registrados en décadas, con más de 5,000 detenciones arbitrarias y más de 1,167 prisioneros políticos, así como centenares de reportes de torturas”.
La “desorientación intencionada”, la “privación de líquidos y/o alimentos”, la “privación intencional del sueño”, la “privación de la comunicación con familia, defensa y allegados”, o las “amenazas para ellos, su integridad, su seguridad y la de sus seres queridos”, se incluyen entre las prácticas degradantes y humillantes empleadas por el régimen cubano contra sus presos políticos.
Además, completan el listado, el “despliegue o exhibición amenazante de armas o elementos de tortura”, el “sometimiento intencionado a angustia, pesar o incertidumbre por la situación de un familiar” y la “humillación, degradación y maltrato verbal”.
Acorde a lo investigado por Prisoners Defenders, “esta denuncia demuestra que el 100% de los presos políticos sufren algún tipo de tortura, tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”.
El informe sostiene que el 77% de los prisioneros de conciencia cubanos “ha sido sometido a 5 o más tipos distintos de tortura”. De ellos, el 65,91% ha recibido amenazas a su integridad, seguridad y la de sus seres queridos.
“Es generalizado el uso de celdas de castigo plagadas de insectos, humedad, con camas de cemento y sin ventilación (sin ventanas y con una sola puerta). Todo ello, sumado a las altas temperaturas de estos cubículos durante el verano y un frío intenso en invierno, son espacios insoportables donde aparecen las más variadas enfermedades de la piel y el sistema respiratorio”, ejemplifica la denuncia, entre otras muchas evidencias que ilustran el uso de las esposas, la temperatura o la incomunicación como formas de tortura.
A comienzos de marzo, PD reportó un total de 1,167 prisioneros políticos en Cuba durante los últimos 12 meses.
A finales de enero, PD se unió a la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), Civil Rights Defenders y el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina para denunciar ante la ONU al régimen cubano por esclavitud y trabajo forzado en las misiones internacionales.
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