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Como dijera el trovador estrella de la dictadura: “la ciudad se derrumba y yo cantando”. Poseído por el mismo rapto, Cubadebate sigue publicando recetas culinarias en un país donde la comida se ha reducido a un pedazo de pollo por la libreta, algo de arroz y aceite de donaciones, y largas colas para comprar a precios de hiperinflación.
Las de este miércoles siguen la tónica de las anteriores entregas de "Sabor y Tradición", una sección a cargo de la ingeniera agrónoma Silvia Mayra Gómez Fariñas, autora de varios “bestseller” de gastronomía entre los lectores cubanos. Ensalada de pollo, pasta de frijoles y crema de malanga: unos platos para “estimular la creatividad” de los cubanos.
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Con el propósito de ayudarles a “variar el día a día de la comida”, Gómez Fariñas propone a los lectores del medio oficialista que destinen “dos contramuslos de pollo, un paquete de coditos, una cebolla, un ají pimiento, cuatro dientes de ajo, una piña madura, media taza de maní o ajonjolí tostado, aceite el necesario, media taza de mayonesa, media taza de kétchup, medio macito de perejil, pimienta y sal a gusto”, para hacer una ensalada.
La loable intención de educar el paladar de sus seguidores choca con el “realismo mágico” de reunir para un plato de comida toda esa cantidad de ingredientes que, más allá del precio, supone una búsqueda tan ardua como la de encontrar leche en polvo en pesos cubanos.
“Aparte, en un tazón, ponga la mayonesa y el kétchup mezclando bien la salsa. Además, en la fuente donde están los coditos, agregue los dados de piña, la salsa y mézclelo todo bien. Adórnelo con el maní o ajonjolí y el perejil por encima”, indica la ingeniera, suponiendo que la mayonesa viene por la libreta, o sencillamente dando por bueno el mantra de la continuidad de que “se acabaron las gratuidades”. O tienes MLC, o no tienes ensalada de pollo.
Para continuar, pasta de frijoles; un plato que solo requiere de “una taza de frijoles hechos, medio macito de perejil, una cucharada de harina de pan, comino, pimienta y sal a gusto”. Según la autora, “los frijoles pueden ser esos que nos quedan y no dan para mucho, y podemos hacer una pasta para comer con pan, tostadas, galletas de arroz o casabe”. Sincretismo taíno-azteca para mañanas de desconcierto frente al fogón.
Por último, crema de malanga. Nuevamente, la receta requiere los nobles servicios del pollo ultra congelado estadounidense que reciben los cubanos gracias al régimen que exporta la carne de res, el café y la langosta para garantizar, algún día venidero, el famoso “vasito de leche”.
“Un cuarto de pollo, dos malangas, dos ajíes, cuatro dientes de ajos, dos tomates, una cebolla, sal a gusto y cuatro ramitas de perejil”, son los ingredientes de esta crema que pone nuevamente a los cubanos ante la tesitura de emplear horas y dineros en darse el capricho de tomar, como un bebé de tiempos pasados, un sabroso "purecito" de malanga.
Albóndigas de plátano y papas al curry; gazpacho andaluz, pollo con salsa de ajonjolí y pudín de verduras: las propuestas de Cubadebate no se frenan ante los comentarios de cientos de lectores que ven en la sección de "Sabor y Tradición" una burla cruel, publicada con el fin propagandístico de aparentar normalidad en un país donde el desabastecimiento, la doble moneda, los salarios y los precios apenas permite subsistir a la familia cubana media.
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