La Televisión Cubana desmintió la huida del tirano sirio Bashar al Assad el 7 de diciembre, pasadas las ocho de la noche. Lo hizo horas antes de que en Occidente se oficializara la caída del régimen de Damasco el pasado 8 de diciembre, cuando el gobierno ruso confirmó que el dictador Al Assad estaba en Moscú, instalado con su familia.
En el Noticiero Estelar, la presentadora Talía González tachó de "tergiversada" la información que pasadas las 20.00 horas de Cuba ya apuntaba el sábado 7 de diciembre a la huida del mandatario sirio a Rusia.
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Por su parte, su compañero, Froilán Arencibia, se limitó a citar las informaciones que en ese momento divulgaban la Presidencia de la República Siria y Prensa Latina. Ambas fuentes desinformaron por motivos que no han trascendido. La agencia cubana de noticias publicó el mismo 8 de diciembre la noticia de la caída del régimen sirio.
También el Canal Caribe dio el 8 de diciembre esa información, pero sin hacer alusión a la huida del tirano a Moscú. O sea, su "error" del 7 de diciembre no fue rectificado.
El primero en darse cuenta de la 'fake news' del NTV fue el medio El Toque, que reprodujo en la red social X (antes Twitter) el momento en que los presentadores negaban que el dictador sirio estuviera en Rusia.
Detrás de la pifia de la Televisión Cubana puede haber al menos dos motivos: intencionalidad o una confesión evidente de que ni Rusia ni Siria hicieron partícipes de la huida del tirano a su socio cubano, lo que significa que el régimen de Miguel Díaz-Canel no goza de la pretendida amistad exhibida en los últimos tiempos con ambos países. De hecho, el canciller cubano Bruno Rodríguez sacó pecho en redes sociales de haber hablado con su homólogo sirio el 4 de diciembre, cuatro días antes de la caída de Al Assad.
La balanza se inclina hacia esta segunda opción (Díaz-Canel no pinta nada entre sus socios), teniendo en cuenta el silencio del régimen cubano tras la caída de El Assad y su huida a Rusia. Se enteraron tarde y se quedaron sin palabras o lo sabían, mintieron a sabiendas y guardaron silencio intencionadamente. El tiempo dirá la última palabra.
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