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El historiador y activista Leonardo Fernández Otaño fue citado este martes por la Seguridad del Estado por presunta violación del Código Penal.
“Hoy en lugar de preparar mi clase o escribir un artículo, tendré que ir a un interrogatorio policial. Mientras tantos mi amiga Camila Rodríguez permanece en una celda por el atrevido gesto de la solidaridad. Libertad para los presos políticos”, apunta un mensaje en su cuenta Twitter, donde comparte una foto de la citación en la que se puede leer como motivo de la cita “violación del Código Penal”.
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Fernández Otaño en su mensaje se refiere a la detención violenta y arbitraria de la activista Camila Rodríguez, quien junto a Carolina Barrero y Daniela Rojos, se encuentra presa por ir a apoyar a los familiares de 33 detenidos de La Habana que están siendo juzgados en el Tribunal Municipal Popular de Diez de Octubre esta semana.
El historiador ha desplegado una serie de denuncias en sus redes contra las detenciones de las activistas y familiares que este lunes se plantaron frente al tribunal de Diez de Octubre para reclamar justicia para los manifestantes del 11J.
“Abusadores golpear a madres cuando piden la libertad de sus hijos es los más bajo que hay. Basta de totalitarismo”, dice una de sus publicaciones en su perfil de Facebook.
También el activista, quien formó parte de la plataforma Archipiélago, ha acompañado a familiares de presos políticos en las recientes celebraciones religiosas de san Juan Bosco, considerado el patrón de los jóvenes.
“En la fiesta de San Juan Bosco, patrón de los jóvenes pedimos por la liberación de los presos políticos a la Virgen del Cobre”, refiere otra de sus publicaciones en su red social.
El historiador a finales de 2021 respondió duramente un controversial artículo del fraile y escritor brasileño Frei Betto, publicado en el periódico oficialista Granma el 24 de diciembre, el cual negaba de manera burlona que el pueblo cubano padeciera hambre.
Tras la difusión de ese texto, Fernández Otaño difundió en su perfil de Facebook una carta abierta en la que denunciaba la crisis política y económica que atraviesa la isla y las violaciones de derechos humanos.
El historiador, quien comparte la fe cristiana con Frei Betto y fue uno de los manifestantes detenidos durante las protestas antigubernamentales del 11 de julio en La Habana, dijo sentirse indignado por las palabras del religioso brasileño, quien aseguró que “en Cuba no hay hambre. ¡Pero los cubanos tienen mucho apetito!”.
"En esta tierra hay hambre y el régimen que usted defiende mantiene en condición de prisioneros políticos a cientos de jóvenes porque el 11 de julio pidieron alimentos, medicinas y libertad. Esos jóvenes son el centro de nuestra opción evangélica hoy, en ellos se encarna Jesús el Nazareno", expuso el activista en su respuesta a Frei Betto.
También consideró que en Cuba, al igual que en distintos barrios de Brasil o Argentina, hay hambre porque muchas familias no tienen para comer, y tampoco hay medicinas.
"Sepa usted que en este archipiélago hay seres humanos que hacen largas colas para poder comprar carne u otro alimento para su familia, no hablemos de la ropa o los zapatos, pues son un lujo y no una necesidad en medio de este viacrucis que vivimos", argumentó.
Fernández Otaño a principios de enero también hizo pública una carta que envió al Papa Francisco el 16 de julio de 2021, pocos días después del estallido social, tras situación desesperada de los presos políticos menores de edad existentes en Cuba.
El activista en 2015, durante la visita del sumo pontífice a Cuba, tuvo la oportunidad de dirigirse directamente a él, durante un encuentro público con jóvenes cubanos. Entonces cursaba el quinto año de la carrera de Historia en la Universidad de La Habana y, en su intervención, dijo: "Lo que nos une es la esperanza de un futuro de cambios profundos para Cuba".
El 11 de julio, Fernández Otaño acudió al edificio del Instituto Cubano de Radio y Televisión, junto con otros artistas, a pedir 15 minutos en los medios nacionales para mandar un mensaje a la ciudadanía. Allí ese grupo fue fuertemente reprimido y luego encarcelado.
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