El fraile brasileño Frei Betto, reconocido defensor del régimen castrista, aseguró que en Cuba no hay hambre, pero que los cubanos tienen mucho apetito.
En un artículo publicado el pasado 24 de diciembre en el diario oficialista Granma, el religioso afirmó que la situación alimentaria de la Isla está afectada, sobre todo, por el "bloqueo" impuesto por el gobierno de Estados Unidos.
"En Cuba no hay hambre. ¡Pero los cubanos tienen mucho apetito! El gobierno gasta más de 2,000 millones de dólares al año para importar alimentos, incluso de Brasil, al que le compra, entre otras cosas, arroz y pollo...", señaló.
Según el teólogo, la crisis actual de Cuba se debe a su inclusión en la lista de los países promotores del terrorismo, "aunque no haya el menor indicio de ello"; al impacto de la pandemia y a que Biden no haya revocado las sanciones dictadas por Trump para asfixiar al gobierno cubano, y además haya tomado medidas para impedir a bancos y empresas hacer transacciones en dólares con la Isla.
"A pesar de esa dramática situación, Cuba resiste. Toda la población, de casi 12 millones de habitantes, tiene acceso a una canasta básica mensual y a los sistemas de salud y educación de manera gratuita. No hay personas que vivan en situación de calle ni mendigos", recalcó.
El fraile dominico defendió el programa cubano de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional (SAN), aprobado en 2020, y que según él debe tener un impacto similar al de la campaña nacional de alfabetización de los años 60.
El religioso, quien funge como asesor del gobierno castrista para dicho programa, sostuvo que para lograr tener éxito es vital lograr una "educación nutricional" del pueblo que incluya sustituir la carne por otros productos como los frijoles, las lentejas, el maní y el aguacate.
Sobre el tema, se jactó de que los jóvenes cubanos ya están acostumbrados al yogurt de soya.
"El cubano posee hábitos alimentarios que pueden perfectamente cambiarse, como la preferencia por el pan de trigo, un cereal importado. Cuba produce mucha yuca y tiene condiciones para adoptar también el pan de maíz y de harina de coco", precisó.
"La carne puede cederle un lugar mayor al consumo de frijoles, lentejas, espinaca, maní, soya y aguacate, ricos en proteínas. Aunque la Isla no cuenta con mucho ganado lechero, las nuevas generaciones ya se acostumbran a la leche y el yogurt de soya", afirmó.
Por último, Frei Betto se mostró satisfecho porque, al ser el Plan San una prioridad del gobierno, sus primeros frutos podrán recogerse "en los próximos cuatro o cinco años".
El artículo de Frei Betto, quien fue amigo personal del dictador Fidel Castro, ha suscitado indignación en los cubanos.
En medio de una crisis económica sin precedentes en el país, cuando la escasez de alimentos, el desabastecimientos de los mercados y el alto precio de los productos básicos han sumido a gran parte de la población en la angustia diaria de no saber qué poner a la mesa, los internautas no comprenden cómo se puede hablar de cambiar la "educación nutricional" del pueblo para comer mejor.
"Cualquier persona que haya visitado otro país del mundo puede comprobar la escasez extrema de alimentos que existe en Cuba", dijo el periodista independiente José Raúl Gallego en su muro de Facebook.
"Este escrito es una falta de respeto de parte de alguien que no ha dudado nunca para estar al lado de la dictadura (...). Pero sobre todo, este texto, publicado por el órgano oficial de los dueños de la finca, de los responsables del hambre y la miseria en Cuba, de quienes no tienen dinero para comprar pollo pero sí para patrullas y construir hoteles, de quienes impiden con sus políticas que un guajiro pueda producir algo tan simple como un boniato o una gallina, es una burla y una muestra del desprecio que siente ese desgobierno por todos nosotros", recalcó.
Para el antropólogo Roberto Garcés Marrero, el decir que en Cuba no hay hambre sino mucho apetito, no es más que una burda justificación para lavar la cara de la dictadura.
"Frei Betto, das vergüenza. Eres el ejemplo de todo lo que no debe ser un intelectual cristiano", comentó en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el científico Amílcar Pérez Riverol acusó al fraile brasileño de no respetar al pueblo cubano.
"Yo podría escribir que en Brasil no hay violencia. Pero los brasileños quieren demasiada seguridad. ¡Quieren vivir demasiado! Sucede que yo respeto mucho más a los brasileños que Frei Betto a los cubanos", expresó.
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