El precio de venta de la carne de res "liberada" en Cuba continúa subiendo, a medida que ganaderos de más provincias aprovechan la autorización del gobierno a disponer de sus animales.
Si las primeras reses sacrificadas por campesinos en Camagüey a inicios de mes se comercializaron a 60 pesos la libra, y unos días después el mismo producto se vendió en Sancti Spíritus a 76 pesos, esta semana la libra de carne de vacuno llegó a los 80 pesos en Granma.
El municipio Guisa fue el primero en la provincia oriental donde los productores se sumaron a la venta de carne y leche de sus animales.
"La venta de carne de res se comercializa en la mañana de este jueves en el mercado agropecuario estatal, a 80 pesos la libra, precio fijado por acuerdo de los productores ganaderos", reveló en su muro de Facebook la usuaria identificada como Aleidis Cuba.
Según el periódico La Demajagua, para esa primera operación comercial se sacrificaron cuatro vacunos, cuya carne fue destinada en parte al consumo familiar de sus dueños y sus trabajadores, y la otra parte para la comercialización a la población.
La libra de primera y ternilla se vendió a 80 pesos, la de hueso rojo a 40 pesos y la de cabeza a 25 pesos.
Al igual que ha sucedido en Camagüey y Sancti Spíritus, a este "acontecimiento" acudió el primer secretario del Partido en el municipio junto a directivos de la agricultura.
Los productores también donaron varias libras de carne a 16 familias vulnerables de la comunidad.
Hasta el momento solo nueve campesinos han sido aprobados por la comisión agraria del territorio para sacrificar sus animales y hacer lo que quieran con ellos.
El gobierno impuso fuertes requisitos a los interesados en esta actividad, como haber cumplido con la contratación de leche fresca y carne al Estado, además de mantener el número de nacimientos y sostenibilidad de su masa ganadera.
Según La Demajagua, las autoridades locales trabajan en el diagnóstico de más de 20 campesinos que podrían ser autorizados en los próximos días.
En Camagüey, primera provincia donde se realizaron ventas de carne de vaca, los ganaderos afirmaron sentirse orgullosos de poder sacar un provecho económico de sus reses.
"Este es un momento que marca un antes y un después para nosotros, es un sueño hecho realidad. Es para los campesinos un orgullo poder sacrificar su animal para alimentar a la familia", declaró el campesino Rubén Pérez Benítez a la prensa oficialista.
En abril el gobierno aprobó la comercialización de carne de ganado menor y mayor a los productores agropecuarios, una actividad prohibida durante décadas y que ahora se autoriza como vía para tratar de aumentar la escasa producción de alimentos en el país.
Los campesinos podrán vender de forma directa tanto en la red minorista de moneda nacional y como en moneda libremente convertible.
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