El cineasta cubano Yimit Ramírez González criticó el acto de repudio y el vandalismo que sufrió este lunes la activista Anyell Valdés en su propio domicilio, donde se encontraba con sus hijos y su madre.
"La muerte hace actos de repudio a la vida", escribió el artista en su cuenta de Instagram, donde acompañó el mensaje con una caricatura de la grotesca escena que tuvo lugar la jornada previa en Cuba.
El dibujo muestra a La Parca, esta vez con barba, sosteniendo una guadaña manchada de azul, el mismo color con el que pintaron la fachada del local donde reside Anyell y con el que escribieron en el suelo "Patria o Muerte, Venceremos" y "Viva Fidel".
En el suelo de la caricatura, en cambio, se puede leer "Viva la muerte"; al fondo se ve un perro sin vida y pintado también de azul, en alusión al intento de envenenamiento de la mascota, según sospechas de la familia. El animal no murió, aunque parecía enfermo; confirmó a nuestro medio diferentes personas cercanas a los activistas cubanos.
No es la primera vez que Yimit apoya el derecho a la protesta pacífica en la isla tras los sucesos de San Isidro y frente al Ministerio de Cultura, en La Habana.
“Cada grano de arena, camión de arena, pala de arena, hace playa”, escribió en ese momento.
Al igual que él, otros cubanos se han mostrado indignados con el acto de repudio, entre ellos el científico Amílcar Pérez Riverol, quien calificó la situación de "un vergüenza".
"Ni cuatro vacunas, ni 200; ni 100 millones de dosis, ni 1 billón; ni la sonrisa de los miles de niños que serán salvados alcanza ni alcanzará para silenciar los gritos de los tres que hoy lloraban desesperados", dijo a través de las redes sociales luego de que se mostrara el vandalismo de que fueron víctimas la activista y su familia.
Otro de los que se alzó en contra del suceso represivo fue el actor Yunior García Aguilera. “¡Basta ya! ¡Ni un acto de repudio más! Martí jamás sitiaría la casa de una familia cubana, con niños adentro. Jamás cruzaría su cerca para infundir terror, ni lastimaría a su perro, ni mancharía sus puertas, ni escribiría en sus paredes la palabra MUERTE. Eso no es Revolución, ni Izquierda, ni Progresismo, ni Justicia Social. ¡Eso es fascismo!”, escribió también a través de las redes sociales.
Anyell Valdés, una de las que estuvo acuartelada en San Isidro en noviembre pasado, reside desde hace cinco años, junto su familia, en un local del barrio Los Pinos, en Arroyo Naranjo.
El domingo había pintado en la pared externa del local donde vive las frases "Patria y Vida", "Díaz-Canel no te queremos" y "Revolución es represión", en apoyo al tema "Patria y vida" que estrenaron recientemente Yotuel Romero, Gente de Zona, Descemer Bueno, Maykel Osorbo y El Funky.
Tras varios días de acoso policial, la intendente del municipio de Arroyo Naranjo y agentes de la Seguridad del Estado intentaron sacar a Valdés y su familia de la vivienda, lo que provocó diferentes reacciones en las redes sociales de otros activistas y periodistas independientes que estaban al tanto de la situación.
Posteriormente varios simpatizantes con el Gobierno cubano ingresaron al portal y taparon todos los carteles con pintura azul y escribieron consignas referentes a la revolución comunista cubana. Valdés aseguró que en el grupo había maestros de sus hijos.
Los actos de repudio han resurgido en los últimos meses como un arma de represión contra los opositores y activistas, algo que el Observatorio Cubano de Derechos Humanos denunció ante Naciones Unidas, en un documento que califica estas acciones como un "linchamiento social" con la complicidad del Partido Comunista como ente rector de la política cubana.
"Es una práctica represiva que hay que desterrar del panorama político cubano. Mucha represión organizada desde el gobierno y muy pocas soluciones para los problemas que agobian a la población", declaró a CiberCuba Yaxys Cires, director de Estrategia del OCDH.
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