Las autoridades cubanas intentan desalojar de su casa a Anyell Valdés Cruz, una de las activistas que estuvo acuartelada en la sede del Movimiento San Isidro en noviembre pasado.
La intendente del municipio de Arroyo Naranjo y agentes de la Seguridad del Estado se encuentran en las afueras del local en el que vive hace 5 años con su familia intentando desalojarlos, informó en sus redes sociales el periodista independiente Héctor Luis Valdés.
Valdés Cruz vive junto a sus tres hijos y su madre, una mujer de la tercera edad, en el barrio Los Pinos, en Arroyo Naranjo. Desde hace días la policía política mantiene la casa bajo estricta vigilancia.
Este lunes ha sido víctima además de un acto de repudio en presencia de sus hijos.
La curadora de arte Anamely Ramos también cuestionó lo sucedido en sus redes sociales. "¿Dónde van a meter a Anyell y su familia? ¿En la calle? ¿En la cárcel? ¿O van a pasearlos eternamente en patrullas por la ciudad?", dijo.
"Ahora parece que en Cuba van a hacerse práctica cotidiana los desalojos. Y lo peor es que es una práctica mediada por la opción política de las personas a las que se decide desalojar. Personas que, además, están en esa situación precaria producto de la mala gestión gubernamental, sobre todo", comentó.
En las imágenes transmitidas en la página de Facebook del Movimiento San Isidro, se ve al grupo de personas que realizó el acto de repudio en la casa del activista. Anyell explicó que entre ellos se encontraban varios de los maestros de sus hijos.
Junto a Anyell y su familia estaba el joven activista Adrián Rubio, otro de los acuartelado en la sede del Movimiento San Isidro, en Damas 955, la Habana Vieja.
El domingo habían puesto un cartel en la fachada de la casa con la frase Patria y Vida, en alusión al popular tema recién estrenado por Yotuel, Maykel Osorbo, Gente de Zona, El Funky y Descemer Bueno.
Este fin de semana las autoridades detuvieron dos veces y amenazaron al joven opositor Omar Torres, ex oficial de la Marina, por pintar la misma frase en el portal de su casa.
Actos de repudio, una estrategia para reprimir en Cuba
Mientras realizaban el acto de repudio, la familia de la activista respondió gritando Patria y Vida, Abajo la dictadura y Libertad para el pueblo de Cuba.
Rubio informó que habían tirado petróleo para la casa. "Es un olor asfixiante", denunció. En el video se escucha el llanto de los hijos de Anyell en medio del caos generado en la vivienda.
Varios de los participantes en el acto irrumpieron en el lugar y llenaron de pintura las ventanas. El perro de la familia también fue atacado, aunque fuentes cercanas confirmaron a CiberCuba después que el animal no había muerto. "Le están dando leche y aceite porque está muy decaído", explicaron.
En los últimos meses las autoridades de la isla han retomado los actos de repudio contra activistas y miembros de la sociedad civil que cuestionan al Gobierno. En diciembre la reportera de CiberCuba, Iliana Hernández, fue víctima de un hecho similar en su casa.
Anyell Valdés Cruz es una de las seis mujeres del grupo que se acuarteló en San Isidro para exigir, entre otras demandas, la liberación del rapero Denis Solís, condenado a ocho meses de cárcel por el presunto delito de desacato.
Junto a ella también se encontraban Iliana Hernández, Katherine Bisquet, Anamely Ramos, Omara Ruiz Urquiola, y Zuleidis Cepero, la esposa de Esteban Rodríguez que entró a la vivienda para llevarle comida a su pareja, luego de que depusiera la huelga de hambre.
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