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Desde hace varios días que se realizan obras en el Malecón de La Habana, donde las luminarias situadas en el separador de la calle reciben una reparación capital para adaptarlas a tecnologías más novedosas de iluminación.
Según informó en su muro de Facebook la periodista Magda Resik, este trabajo da continuidad a labores similares iniciadas el año pasado en las farolas de la Avenida del Puerto.
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“Ellas reciben al visitante que arriba al Centro Histórico habanero, alineadas en su majestuosidad de inspiración colonial. Laboreo riesgoso que contemplamos admirados. Otro paso para hacer confluir belleza y modernidad en La Habana”, detalló la directora de Habana Radio, emisora de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
El Malecón habanero, uno de los lugares más amados por los cubanos, debe sufrir otros cambios que podrían no traer la misma satisfacción que provoca en la ciudadanía tener luminarias modernas que ayudan a la circulación de los autos.
El emblemático paseo urbano es objeto de un programa gubernamental que prevé la elevación del muro, con el objetivo de evitar las penetraciones del mar en la ciudad cuando hay mal tiempo.
Rolando Calzada Cano, director de Planeamiento Hidráulico del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), explicó en noviembre pasado que la idea es subir el muro hasta metro y medio en algunas zonas, una medida que ha levantado polémica y algunas críticas.
“Se hará en algunos tramos en dependencia de los estudios, porque el comportamiento de las mareas no es igual en todos lados. Hay algunos tramos del Malecón que de siempre han tenido una altura elevada. Los resultados confirman que se reducen alrededor de un 40 por ciento los efectos de la penetración del mar”, dijo a la revista oficialista Juventud Técnica.
Otra intervención que modificará la vista de la avenida será el emplazamiento de varias estructuras de hormigón llamadas bermas a continuación de los arrecifes, con el fin de mitigar el impacto de las olas. Igualmente, se anunció la colocación de rompeolas a unos 25 o 30 metros de la costa, para aliviar los efectos de la elevación de las aguas.
Según el funcionario, el proyecto cumple con las regulaciones establecidas de no alterar la imagen urbana y mantener las vistas al mar, a la vez que cumple su propósito de reducir la penetración del agua a hasta 50 litros por segundo por metro de muro.
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