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El régimen cubano aseguró que la Marcha del Pueblo Combatiente, realizada este viernes en La Habana, reunió a medio millón de personas.
Esta afirmación fue compartida por Roberto Morales Ojeda, Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, quien declaró en un tuit que la movilización era una "muestra contundente" del reclamo del pueblo cubano contra “el bloqueo” estadounidense y su inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
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Sin embargo, la cifra ha sido fuertemente cuestionada por ciudadanos y analistas, quienes han acusado al régimen de manipular los datos y de obligar la asistencia a la marcha.
"La marcha de medio millón de personas en La Habana y las actividades de diversa índole realizadas en el resto de los territorios fueron una muestra contundente del reclamo del pueblo de Cuba: ¡Tumba el bloqueo y sácanos de la lista!", tuiteó Morales Ojeda, acompañando el mensaje con imágenes cuidadosamente seleccionadas.
De inmediato, las redes sociales se inundaron de videos y testimonios que contradicen la versión oficial. Usuarios en X, anteriormente Twitter, desmontaron la narrativa oficial utilizando herramientas de análisis y comparaciones visuales.
La cuenta Contexto Cubano, conocida por analizar críticamente las informaciones del régimen, aseguró que la participación real fue de unas 14,071 personas, basándose en un video con toma aérea de la marcha. "El cálculo da una participación de unas 14,071 personas. ¿Resultado? #NoFueNiSandro", afirmó la cuenta.
Otros usuarios, como @Taoro8, ironizaron sobre la falta de coherencia en las cifras del gobierno. "Existe hoy una pequeña discordancia en cuanto al número de asistentes a la marcha del pueblo combatiente de ayer. Pero bueno, esperemos con ilusión a que se pongan de acuerdo entre ellos mismos", escribió en un tono sarcástico.
Contradicciones en cifras oficiales
Tal y como ilustró con capturas de pantalla de tuits de cuentas oficialistas, @Taoro8 puso en evidencia que las propias fuentes oficialistas también se han contradicho en relación al número de asistentes.
Mientras que la Presidencia de Cuba afirmó que más de 500,000 personas participaron en la marcha, otras figuras afines al régimen, como el juez Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo, hablaron de "un millón de personas".
También infló el globo el activista estadounidense pro régimen cubano, Manolo De Los Santos, quien estimó la asistencia en más de 700,000 cubanos.
Estas discrepancias han alimentado aún más el escepticismo, ya que las imágenes aéreas y los análisis realizados por usuarios en redes sociales revelan una realidad muy diferente.
Dudas sobre la participación
Las críticas más severas apuntaron a la obligatoriedad de la asistencia. La usuaria @Claudiagb2019 afirmó que, aunque el régimen había planeado movilizar medio millón de personas, la realidad fue muy distinta. "Medio millón previeron ustedes que iban a 'movilizar (obligar)', pero en esa marcha no hay ni 80 mil personas. Este circo ha sido la confirmación de que la 'revolución' ha muerto", sentenció.
El usuario @mjorgec1994, por su parte, subrayó que ni siquiera con la utilización de todo el transporte público, las unidades militares y los trabajadores estatales se logró llenar el Malecón. Acompañó su mensaje con un video aéreo que mostraba una asistencia escasa, muy lejos de los números proclamados por Morales Ojeda.
Una de las respuestas más compartidas fue la del usuario @Catv20171, quien utilizó imágenes para ilustrar la diferencia entre marchas históricas de 500,000 personas y la reciente movilización. "La primera imagen es una marcha de 500,000 personas años atrás. La segunda es, a lo sumo, de 10,000 personas que logró reunir la marcha de Canel. Hay algo científico que se llama estimación de multitudes", comentó, añadiendo un contraste visual evidente.
Manipulación y rechazo popular
El régimen cubano ha sido frecuentemente señalado por exagerar cifras de asistencia a actos políticos para proyectar una imagen de apoyo popular. Sin embargo, la desconfianza hacia estas cifras ha crecido exponencialmente con el uso de redes sociales y tecnologías que permiten desmentir las versiones oficiales.
En este contexto, la marcha no solo refleja la desconexión del régimen con la realidad que vive el pueblo cubano, sino también el rechazo generalizado hacia movilizaciones que muchos consideran una imposición más que una expresión genuina de apoyo.
La reacción de los cubanos en redes sociales no deja dudas: la narrativa oficial enfrenta un escepticismo creciente y un rechazo que evidencia el agotamiento de la población frente a lo que consideran actos propagandísticos del régimen.
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