El activista cubano Evert Oscar, residente en el municipio holguinero de Moa, denunció la expulsión de un estudiante de su centro de enseñanza por vestir una camiseta alusiva a Miami, Florida.
Un profesor de Cultura Política identificado como “Yuli”, en el municipio Sagua de Tánamo, le pidió a dos estudiantes de su clase que se marcharan por vestir pulóveres con referencias a Estados Unidos: uno, con el letrero Florida Miami, y el otro con la figura de un águila imperial.
Lo más leído hoy:
La madre de uno de los afectados, alumno del preuniversitario Ángel Cánepa Quiala, pidió al activista que denunciara públicamente lo sucedido, para que se conocieran los métodos con los que opera el Ministerio de Educación en Cuba.
“Eso no tiene nada que ver”, dijo Oscar en una transmisión directa a través de Facebook, refiriéndose al acto de vestir ropa o accesorios con letreros o símbolos de otras naciones.
“Necesitan un alumno que se aplique, atento, que se concentre en los contenidos”, agregó para enfatizar la injusticia.
Acerca de la educación que reciben los niños y adolescentes cubanos en las escuelas, afirmó: “La cultura política es doctrinaria, lo que le meten a esos muchachos es 'alcohol'. En esas circunstancias, un estudiante da por sentado lo que les dan en la asignatura”.
Con la denuncia, tanto el activista como la madre del estudiante buscan resarcimiento, que se corrija lo mal hecho y que funcionarios, directivos y profesores muestren respeto hacia los alumnos y sus padres, ya que “vestirse en Cuba no es una elección”.
“Las madres de estos niños se esfuerzan todos los días por darle un plato de comida y además garantizarles algo de ropa y zapatos. Es un esfuerzo muy grande. Aquí no hay opciones para vestirse. Imagínense estos padres, preocupados por lo que van a comer, lo que les darán de alimento a sus hijos y además por problemas menores de profesores tratando de cuestionar la catadura moral de los muchachos frente al resto de los alumnos por la ropa que pudo llevar puesta. Aquí nadie vive holgadamente”, advirtió Oscar.
Sin embargo, temen por la represalia que profesores o funcionarios de Educación puedan emprender contra el estudiante.
“Está en 12 grado, un grado muy importante. De ahí depende su graduación en el bachillerato”, alertó el activista.
A inicios de los 70 se acuñó en Cuba la expresión “diversionismo ideológico”, utilizado para categorizar y, sobre todo, condenar bajo parámetros ideológicos cualquier gesto, acción o concepto, manejado, defendido o ejecutado por los cubanos.
Bajo este método de censura se inculpaba al cubano de importar códigos de la industria cultural y el consumo capitalista. De ahí que se prohibiera, durante más de una década, la circulación de discos de The Beatles o Rolling Stones, o la imagen “elvispresliana”, como denominó Fidel Castro a la estética de pantalones ajustados o peinados extravagantes.
La censura estética dictada por las autoridades cubanas llegó a traducirse en sanciones, expulsiones de centros de trabajo y de enseñanza, multas o cárcel para quienes infringieran sus regulaciones.
Actualmente, como legado del setentero “diversionismo ideológico”, los centros de enseñanza cubanos se rigen por reglamentos que someten al estudiante a determinados cortes de cabello, a la proscripción de usar símbolos estadounidenses en su imagen, así como accesorios y estilos fuera de lo tradicional.
A pesar de la profunda crisis que atraviesa el país, donde medio kilogramo de carne supera los 100 pesos y el acceso a ropa o calzado se hace cada vez más azaroso, existen profesores que cometen tales actos arbitrarios sobre sus estudiantes.
Archivado en: