Los activistas cubano Jovián Díaz Batista y Zuleidis Gómez Cepero fueron detenidos este lunes en la tarde por agentes de la Seguridad del Estado cuando intentaban llegar a la sede del Movimiento San Isidro en la calle Damas 955, en La Habana.
Según una denuncia de la reportera de CiberCuba, Iliana Hernández, los opositores llevaban agua a los huelguistas de hambre y el resto de las personas congregadas en el local del MSI, pero no consiguieron llegar al lugar.
Tras el arresto, Díaz Batista fue llevado a la estación de policía del municipio 10 de Octubre y posteriormente liberado.
Un grupo de 14 personas, entre artistas, activistas y reporteros, iniciaron hace una semana una protesta para pedir la liberación del rapero Denis Solís, condenado a 8 meses de prisión por desacato en un "juicio relámpago".
Solís González fue detenido violentamente el 9 de noviembre de 2020, en las calles Habana y Paula, a unas cuadras de su casa. Dos días después, le fue celebrado un juicio sumarísimo y luego ingresó en la prisión de Valle Grande.
Después de la detención, miembros del MSI se plantaron ante una estación policial para exigir que el paradero de Denis fuese revelado. Fueron detenidos y encarcelados durante algunas horas. La acción se repitió durante dos días con igual resultado hasta que Otero, coordinador del MSI, pidió el recurso de habeas corpus para su compañero. El Tribunal Provincial de La Habana negó el recurso, sin embargo, les informó sobre el proceso judicial contra el rapero.
La huelga comenzó como respuesta al asedio de la Seguridad del Estado, que sitió la calle donde se encuentra la sede del movimiento e impidió que una vecina les llevara comida y aseo. Desde entonces, la presión contra los sitiados ha ido en aumento, y han sufrido incluso agresiones consentidas por la policía que los vigila.
Actualmente, cuatro de los integrantes del Movimiento se encuentran en huelga de hambre (Oscar Casanella, Iliana Hernández, Esteban Rodríguez y Katherine Bisquet, que se unió a la protesta el sábado 21), y otros dos, Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo, también de sed. Tras cinco días sin ingerir bebidas ni alimentos, la salud de ambos se ha deteriorado notablemente.
Otros activistas han tenido que abandonar la huelga tras presentar problemas de salud.
Agentes de Seguridad del Estado y policías mantienen rodeada la zona y no permiten el acceso de diplomáticos ni la prensa extranjera al lugar. Tampoco han permitido la entrada de alimentos o artículos de primera necesidad.
Diversas organizaciones internacionales de Derechos Humanos, como Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); Artículo 19 o Human Rights Watch, se han pronunciado sobre el caso, y han criticado la represión y el hostigamiento del gobierno cubano sobre los activistas.
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