El Ministerio de Salud del Líbano ha confirmado hasta el momento al menos 60 fallecidos y más de 3000 heridos por la explosión este martes en el puerto de Beirut, capital del país árabe, en un almacén con fuegos artificiales y productos químicos almacenados.
El primer golpe se produjo alrededor de las 6 p.m. hora local y seguidamente se vio el lugar envuelto en llamas. Después ocurrió una segunda explosión que levantó una enorme nube de humo en forma de hongo y escombros a gran altura, con consecuencias devastadoras en la zona y a varias millas de distancia.
En declaraciones oficiales, el ministro de Salud, Hamad Hassan, dijo que más de 60 personas murieron y más de 3 000 resultaron heridas, luego de estimar que las cifras eran inferiores.
La explosión masiva sacudió Beirut este martes, allanando gran parte del puerto y dañando edificios a través de la capital. Impactantes videos del suceso colmaron las redes sociales de inmediato, mientras los cuerpos yacían enterrados bajo los escombros. La onda volcó automóviles y explotó ventanas y puertas.
Los hospitales de Beirut se abarrotaron rápidamente con las decenas de heridos que llegaban a las instalaciones, por lo cual se vieron obligados a pedir suministros de sangre y generadores para mantener sus luces encendidas. Además, al menos dos hospitales resultaron gravemente dañados por las explosiones.
Todo esto ocurre además en medio de una crisis económica por la que el país sufre cortes energéticos a cada momento, una situación que ha generado malestar en la población y continuas manifestaciones en contra del gobierno.
Abbas Ibrahim, jefe de Seguridad General del Líbano, dijo que el incidente podría haber sido causado por material altamente explosivo que fue confiscado de un barco hace algún tiempo y almacenado en el puerto. El canal local de televisión LBC dijo que el material era nitrato de sodio.
Este aspecto parece coincidir con la descripción de los testigos, quienes afirmaron ver una nube naranja después del estallido, una tonalidad que a menudo acompañan las explosiones que involucran nitratos.
“Fue un verdadero espectáculo de terror. No he visto nada así desde los días de la guerra (civil)”, dijo a la agencia AP Marwan Ramadan, que estaba a unos 500 metros del puerto y fue golpeado por la fuerza de la explosión.
Un funcionario de defensa civil dijo que aún había cuerpos dentro del puerto, muchos bajo los escombros. A millas del lugar, las fachadas de los edificios fueron destrozadas, al igual que los balcones y las ventanas. Las calles estaban cubiertas de vidrio y ladrillos y llenas de autos destrozados.
Los hechos coinciden con una escalada de tensiones entre Israel y la milicia chiíta libanesa Hezbolá. Sin embargo, un funcionario israelí declaró que su país no tiene ninguna relación con lo sucedido en Beirut.
El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, y el ministro de Relaciones Exteriores, Gabi Ashkenazi, ofrecieron al gobierno libanés asistencia médica y humanitaria y asistencia de emergencia inmediata, a través de intermediarios internacionales, debido a que Israel y el Líbano mantienen un estado de guerra y no tienen contacto, indica un reporte de The Washington Post.
Por otro lado, el primer ministro de Líbano, Hassan Diab, relacionó las explosiones con las reservas peligrosas de productos químicos que se habían almacenado en el puerto desde 2014, a pesar de las advertencias de los funcionarios del puerto de que el material no era seguro.
“Te prometo que esta catástrofe no pasará sin responsabilidad. ... Los responsables pagarán el precio ", dijo en un discurso televisado.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania tuiteó que los empleados de la embajada alemana estaban entre los heridos. El vecindario de Gemmayze, una popular zona de vida nocturna, fue uno de los barrios más afectados.
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