El pueblo cubano pudo despedir este martes con el último aplauso a la vedette Rosita Fornés, en medio de las honras fúnebres que se le dedicaron en el Teatro Martí de La Habana, donde la artista erigió una parte de su historia sobre los escenarios.
En los tributos participaron diversas personalidades de la isla, entre ellas, el historiador de la capital cubana Eusebio Leal. La actriz Luisa María Giménez y la artista Rebeca Martínez también asistieron al velorio.
A las 10:30 (hora local) abrió sus puertas el teatro para dejar entrar a aquellos que querían despedir a la gran vedette de Cuba, una de las figuras emblemáticas de la cultura de la isla, quien falleciera en la madrugada del miércoles 10 de junio en Miami, a los 97 años, debido a complicaciones respiratorias.
La ceremonia se transmite en vivo por la Televisión Nacional y por la Radio Cubana. A las 2 de la tarde, cuando finalice el acceso al público, está previsto que den su último adiós familiares, amigos y personalidades de la cultura.
“Se hará en un orden que permita cumplir las instrucciones para la protección sanitaria de nuestros compatriotas, preservando las distancias, usando los medios de protección establecidos y respetando las indicaciones de los organizadores del funeral”, expuso el Ministerio de Cultura (MINCULT) el lunes, en nota oficial sobre la ceremonia.
En las imágenes de las trasmisiones, se puede apreciar que los asistentes portan mascarilla facial, también conocidas en el país antillano como nasobucos.
Los restos de la Fornés llegaron a La Habana el pasado domingo, en consideración a su última voluntad, la cual pedía que su cuerpo fuera sepultado en el panteón familiar que tiene en el Cementerio de Colón de esa ciudad. Una vez en el camposanto, la ceremonia será privada.
Las personas también podrán despedir a la artista en las calles por las que transitará el coche fúnebre esta tarde. El cortejo pasará por Prado, Malecón y 23 hasta 12, en dirección a la necrópolis de Colón.
Otras honras se le dedicaron a la Fornés el viernes en Miami, donde se llevó a cabo un primer funeral, al que acudieron amigos y artistas. La vedette había decidido vivir en esa ciudad del sur de Florida desde hace poco más de un año.
“El legado a nuestra cultura unido a la grandeza humana, la sencillez, la modestia, el talento y el carisma atronador de su presencia estará en el corazón de todos los cubanos y de todos los que hemos sucumbido al inigualable encanto de quien será por siempre Rosa de Cuba”, expresó un comunicado leído en la ceremonia.
Tras la noticia de su deceso, muchos cubanos han estado pidiendo en redes que se cambie el nombre del Teatro Karl Marx por el de Rosita Fornés, a modo de homenaje póstumo por su legado a la cultura cubana.
Recientemente, la periodista oficialista Paquita Armas Fonseca se opuso a tal solicitud, argumentando que el nombre del filósofo alemán que lleva el recinto “ha estado muy cerca de la historia de Cuba porque no se puede hablar de socialismo sin Marx”.
De la misma forma, subrayó que el nombre que actualmente está en la fachada del teatro “está muy bien puesto porque Carlitos Marx no es un elemento exógeno de nuestra historia, ni de nuestra concepción ideológica del devenir histórico”.
Fornés nació en Estados Unidos y es hija de padres españoles. Residió varios años en España, hasta que su familia tomó la decisión de establecerse definitivamente en Cuba. A la vedette le sobreviven su única hija, la actriz Rosa María Medel, fruto de su primer matrimonio con el actor y productor mexicano Manuel Medel; su yerno, el también productor José Antonio Jiménez, y varios nietos y bisnietos.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: