El Departamento de Estado pidió a los estadounidenses, en particular a los viajeros con afecciones médicas, que no deben embarcarse en cruceros en la próxima etapa para prevenir el contagio por coronavirus.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, en inglés Centers for Disease Control and Prevention (CDC) señalan que existe un mayor riesgo de infección de COVID-19 en un entorno de crucero.
El objetivo de esta medida es frenar la propagación del virus. El gobierno estadounidense ha evacuado a algunos pasajeros de cruceros que han sido diagnosticados con el COVID-19, pero considera que esta medida de repatriación no es una opción sostenible para estos casos.
Los CDC señalan que los grupos vulnerables, adultos mayores y viajeros con problemas de salud subyacentes, deben evitar situaciones que los pongan en riesgo de enfermedades más graves. En estos casos entrarían lugares con aglomeraciones de personas, viajes largos en avión y especialmente evitar embarcarse en cruceros.
Varios cruceros han presentado casos de coronavirus y sus pasajeros han tenido que mantenerse en cuarentena a bordo. Uno de ellos es el Diamond Princess que estuvo retenido por más de dos semanas cerca de Tokio y tenía 3.700 personas a bordo.
Algunos estudios aseguran que la tasa de infección a bordo del barco es cuatro veces mayor que la que se puede ver en tierra firme.
El crucero Regal Princess, que debía atracar en las primeras horas de este domingo en el sur de Florida, retrasó su llegada al puerto tras conocerse que dos miembros de la tripulación estuvieron expuestos al coronavirus.
El junio del 2019 la administración de Donald Trump prohibió que los cruceros, las embarcaciones de recreo y los aviones privados viajen a Cuba. Por lo que actualmente no llegan ciudadanos estadounidenses, por esta vía a la isla.
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