José Ramón Machado Ventura continúa insistiendo en la necesidad de impulsar con más fuerza la tracción animal en la agricultura, mediante el uso yuntas de bueyes y de caballos, en dependencia de las características de los cultivos, e incluso de búfalos, una práctica que, según él, ha dado buenos resultados en otros países.
En el último pleno de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), el segundo secretario del Partido ratificó la orden de la alta dirección del gobierno de echar mano a los animales de carga para paliar la escasez de combustible, los cuales están siendo utilizados además en el traslado de pasajeros, la recogida de basura y la transportación de los productos alimenticios destinados a la canasta básica, la gastronomía y el comercio.
Según una información del diario Granma, Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la ANAP, informó que se está trabajando para completar los insumos que necesita la tracción animal, pues se trata de “una actividad priorizada” que permite la continuidad de la producción.
Machado Ventura exhortó, además, a mejorar las condiciones de trabajo de los campesinos dedicados a cultivos que se exportan y orientó el uso de secaderos rústicos de granos para reducir las importaciones de cereales para fabricar piensos usados en la alimentación animal.
Al respecto, subrayó la necesidad de continuar innovando en productos que pueden ser comercializados en el exterior, como vegetales, jugos, frutas, cacao, tabaco y sábila.
A la tracción animal el régimen tuvo que recurrir durante el llamado Periodo Especial de los años 90, una época marcada por la escasez de todo tipo, y que muchos cubanos sienten que están volviendo a vivir.
Una de las medidas anunciada por el gobierno ante la crisis fue la de incorporar unas 4.000 yuntas de bueyes para suplantar a la maquinaria en el cultivo de la caña de azúcar.
Incluso para suministrar alimentos a los hoteles se ha acudido al transporte con animales, desde las propias bases productivas.
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