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Se perdieron. "No hay ni pollo ni aceite en toda La Habana", escriben continuamente al número de WhatsApp de CiberCuba (+34-962-353-194), cubanos de la Isla que se encuentran las neveras de las tiendas en divisas completamente vacías, especialmente en la zona de productos cárnicos.
A finales de enero pasado, el ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, reconocía en un Consejo de Ministros que existían "tensiones" en la producción de carne de pollo y cerdo en el país, pero no explicó los motivos. Por lo visto, esas tensiones no sólo no se han resuelto sino que han ido a más.
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Respecto a la aceite, hace un mes, la prensa oficialista achacaba su desaparición al "acaparamiento" y hablaba de un "déficit artificial" creado por la difusión de falsos rumores.
Eso estaba ocurriendo en Camagüey, pero la situación se ha contagiado a La Habana y Santiago de Cuba. En esta última provincia el aceite vegetal está desaparecido y sólo se puede encontrar aceite de oliva a 10 CUC el litro.
En Villa Clara también están desaparecidos los cárnicos, la sal y el aceite.
Pasa lo mismo en Las Tunas, donde no hay aceite en ninguna tienda en divisas.
Una profesional de la Salud, de misión en Venezuela, ha asegurado a CiberCuba que antes de salir de La Habana en diciembre pasado, les dijeron que la Isla se estaba preparando para un segundo período especial.
Les alertaron de esta forma para que se prepararan para lo peor porque iban a escasear los electrodomésticos, los productos de aseo "y el aceite".
A esas carencias hay que sumar que desde que pasó el huracán Irma en septiembre de 2017, no se ha estabilizado la producción de huevos en el país y las largas colas en La Habana para comprar este producto por la libre se han convertido ya en puntos de conflicto.
También hay problemas con el suministro de pan. Aunque en un primer momento se habló de falta de piezas de repuesto para arreglar las fábricas obsoletas donde se procesa el trigo, finalmente el ministro de Economía confesó que lo que en realidad falta es trigo y dinero para importarlo al país.
La escasez de medicamentos tampoco se ha solucionado. El país abrió 2019 con 39 fármacos en falta. La mayoría de ellos, de producción nacional. De esta forma, los cubanos suman tres años consecutivos con las farmacias desabastecidas.
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