La ansiedad hace presa de los villaclareños a partir de la continua escasez de productos que experimentan las tiendas recaudadoras de divisa en esta central provincia cubana.
Si bien los insuficientes suministros han provocado un continuo acaparamiento en los últimos meses, ahora la total ausencia de algunos artículos de primera necesidad mantiene en vilo a los habitantes de una de las provincias más pobladas del país.
Quizás el gran desaparecido del momento sea el aceite de cocina, que ahora mismo está deficitario en la inmensa mayoría de los comercios del territorio. Una situación que ha caldeado los ánimos familiares y para la cual no tienen respuesta los gerentes y administradores de las diferentes instancias comerciales.
Sin embargo, la aplicación para móviles “¿dónde hay?" que permite localizar los artículos en los diferentes puntos de Cimex, es reveladora en cuanto al actual desabastecimiento de aceite, por ejemplo. Al momento de redactar este reporte la App no muestra disponibilidad del alimento en ninguna de las tiendas de la ciudad de Santa Clara, y tampoco en los demás municipios consultados.
“Ya vamos para un año de continua escasez. Yo no sé la que están pasando en otras provincias, pero nosotros no ponemos una, en Villa Clara cuando no es una cosa es la otra, pero siempre falta algo. Es como para volverse locos. Yo vengo desde el Comercial Virginia revisando en cada una de las tiendas que hay en el camino, y nada”, explica una mujer de aproximadamente 50 años de edad. Su criterio es respaldado enseguida por otros clientes que en la tienda Praga del boulevard santaclareño se quejan igualmente de la falta de cárnicos.
Un “gracias por su visita” es el único rótulo que luce la tablilla de las ofertas. Desde hace días en este establecimiento, de referencia dentro de la sucursal CIMEX en la provincia, no existe un abastecimiento razonable de pollo, picadillo o salchichas, a decir de algunos clientes.
“Te lo aseguro yo, esto siempre está pelao, y cuando entra algo vuela enseguida. Hasta los propios dependientes cargan y se llevan de lo poco que abastecen”, indica otra clienta, que a la vez se queja de la “peladera” que hay en Pescavilla, donde se comercializan algunos derivados del pescado, como son las croquetas y el filete de claria.
“Dicen que no se están elaborando croquetas, mortadela o salchichas por la falta de harina de trigo. ¿Pero y la claria?” se cuestiona esta mujer que, como otros tantos villaclareños, tiene en Pescavilla su tabla de salvación alimentaria.
La actual escasez escapa a toda lógica, según Alfredo, un villaclareño que dice no comprender que falten productos tan elementales como la sal de cocina. “Óigame desde que el mundo es mundo el hombre siempre ha producido sal, pues lo único que hace falta es agua salada. Entonces, ¿cómo es posible que ni sal tengamos siendo Cuba una isla y estado rodeada de mar?”, se cuestiona airado él.
Mientras que en algunos municipios como Camajuaní la carne de cerdo —otra desaparecida— se ha llegado a cotizar a 50 pesos la libra, la red de mercados agropecuarios exhibe una cara fea, pues durante enero y lo que va de febrero han sido meses de poca oferta, ya que según directivos de acopio se manifiesta un decrecimiento en la producción de algunos renglones.
Hace solo 3 días quedó prácticamente interrumpido el tráfico vehicular por la calle San Cristóbal, entre Colón y Maceo, pues la reapertura del mercado de productos liberados La Ferrolana causó tal amontonamiento de personas que era difícil transitar ese tramo de la céntrica vía.
Según el testimonio de los propios dependientes tenían miedo de abrir las puertas por el riesgo de que la turba derribara las puertas de cristal del popular establecimiento.
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