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La Oficina Nacional para la Atención de Refugiados (Onpar) ha iniciado la tramitación de la solicitud de asilo político de Yaima Millares Cuesta, la cubana embarazada de seis meses y con tres hijos, que desde el viernes 26 de octubre está varada en la zona de tránsito del aeropuerto de Ciudad de Panamá tras ser deportada de Trinidad y Tobago. En el vuelo de regreso a Cuba, ella optó por no subir al avión con la intención de pedir protección internacional en Ciudad de Panamá.
Yaima Millares Cuesta pasó este lunes el susto de su vida, cuando se vio rodeada de un gran número de policías (unos 30, según su hijo de 17 años). Los agentes llegaron junto a dos mujeres, representantes de la Onpar, que le dieron a rellenar un cuestionario con la solicitud de asilo político.
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Ella había pedido asistencia letrada a los agentes de Inmigración, pero le dijeron que al no estar detenida, no podían llamarle a un abogado. Poco después llegaron las dos representantes de la Oficina Nacional para la Atención a Refugiados, que es la institución que en Panamá recibe las peticiones de asilo.
Familiares de Yaima Millares Cuesta se habían puesto en conctacto con Acnur, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. Desde esta organización habían hablado con ella en dos ocasiones, pero no ha sido hasta hoy que finalmente ha iniciado la tramitación de la solicitud de asilo.
A esta hora, ella y los niños de 17, 8 y 5 años están a la espera de que les digan dónde van a pasar la noche. Según comentaron a Cibercuba, han bajado las temperaturas en el aeropuerto y los niños se están resfriando. Debido al estrés y a su avanzado estado de gestación, ella también pidió ayuda a Cruz Roja porque no se estaba sintiendo bien.
Félix Nieto Ruiz, amigo de Yaima Millares Cuesta, abrió en Change.org una petición de recogida de firmas para solicitar la concesión de asilo político para ella y sus tres hijos. De momento han conseguido reunir 925 rúbricas. (Si quieres firmar, pincha aquí).
La odisea de Yaima Millares Cuesta y su familia inició el pasado jueves cuando arribaron al aeropuerto de Puerto España y no les dejaron acceder al país porque a las autoridades migratorias de Trinidad y Tobago no les convenció la reserva de dos días de hotel que ella tenía hecha.
Su caso se hizo viral después de que CiberCuba publicara el vídeo en el que se le ve de rodillas suplicando no ser deportada a Cuba.
Yaima Millares Cuesta no quiere regresar a Cuba porque asegura que es víctima de la persecusión. En el año 2015 fue detenida violentamente por la Policía cubana cuando se plantó con una pancarta frente a la recién estrenada embajada de Estados Unidos en la que podía leerse: "Siete niños con hambre". A partir de ahí empezó su calvario.
En Cuba no tiene casa porque la vendió para pagar los billetes de su familia para marcharse de Cuba. Tampoco tiene trabajo y su hijo adolescente ha sido víctima de una detención violenta en Cienfuegos, su provincia natal, sólo porque estaba cantando con unos amigos en el Malecón de la ciudad.
Las autoridades de Trinidad y Tobago les retiraron los pasaportes a los cuatro (madre e hijos) y la deportaron hacia Cuba. Cuando el avión hizo escala en Panamá, Yaima Millares Cuesta no subió al avión con su familia y se quedó en la zona de tránsito. Allí permanece hasta hoy.
En principio, las autoridades panameñas le anunciaron que sería deportada el sábado a las 11:00 p.m, pero luego aplazaron la devolución a Cuba.
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